Un obispo arriesgó su vida para verificar si un cilindro abandonado en una vía del municipio de Páez, en Cauca, tenía o no explosivos.
El insólito hecho ocurrió en el puente vehicular de Valencia, una importante vía de la localidad, donde desconocidos abandonaron un cilindro de gas marcado con algunas insignias.
El sitio fue acordonado por precaución, pero pasaron varias horas sin que llegaran los técnicos antiexplosivos, lo que provocó un bloqueo vehicular que afectó a los pobladores.
Ante esta situación, monseñor Óscar Augusto Múnera Ochoa, obispo emérito de Tierradentro, decidió pasar el acordonamiento e inspeccionar el cilindro. Tras dar un vistazo, concluyó que no había explosivos.
La Guardia Indígena retiró el cilindro sospechoso y el Ejército llegó varias horas después, cuando ya no había nada, de acuerdo con las autoridades locales.
En la zona delinquen las disidencias de las Farc, que suelen utilizar cilindros cargados de explosivos y metrallas para atentar contra la Fuerza Pública y la comunidad.
En entrevista con Noticias Caracol, el alcalde de Páez, Hugo Muñoz, dijo que no es la primera vez que monseñor se expone a estos riesgos, ya que en el pasado ha increpado a varios terroristas por sus acciones delictivas.
Monseñor Múnera, de 62 años, había presentado su renuncia a la Curia y el Papa Francisco se la aceptó la semana pasada.
El religioso es investigado por supuestos abusos sexuales que habrían sido encubiertos por sus superiores, y su nombre apareció en el libro “El archivo secreto”, de los periodistas Juan Pablo Barrientos y Miguel Ángel Estupiñán, que reúne varios casos de abuso presuntamente ejecutados por sacerdotes en Colombia.
Fuentes de la Curia señalaron a este diario que todavía continúa en el vicariato de Tierradentro, hasta cuando el sumo pontífice designe a otro administrador.