Otty Patiño, consejero comisionado de paz, presentó por segunda vez –y en menos de 60 días– la incapacidad médica que lo mantendrá fuera de su cargo hasta el 1 de julio. Su ausencia ocurre en medio de un llamado de los Representantes de las curules de paz por la intensificación del conflicto en los territorios y cuando varios grupos ilegales de la paz total empezarán a caminar hacia las Zonas de Ubicación Temporal.
La ausencia de Patiño tiene que ver con una licencia médica. Su cargo quedará bajo la batuta de María Paz Lara, politóloga y mano derecha del consejero comisionado. El puesto por encargo quedó consignado en el decreto 666 firmado por el presidente Gustavo petro y la directora del Dapre, Angie Rodríguez.
“Encargar a partir de la fecha y hasta el día 1 de julio de 2025 de las funciones del empleo de Consejero Comisionado de Paz a la doctora María Paz Lara Camacho, (...) quien se desempeña en el cargo de asesor presidencial 11 Código 2231 del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, sin desprenderse de las funciones propias de su cargo”, apunta el documento firmado este 17 de junio.
Patiño, ese 17 de junio, estaba citado a un debate de control político en la Cámara de Representantes para rendir cuentas sobre los avances en la política de paz total y las negociaciones con los grupos armados ilegales. También se ausentó por incapacidad médica.
El 7 junio la Oficina del Consejero Comisionado ya había informado que Patiño fue sometido a una cirugía y que se encontraba en proceso de recuperación. Por ello su ausencia prolongada durante los meses de abril y mayo.
Lo cierto es que la ausencia de la cabeza de la política de paz del Gobierno ocurre en dos momentos claves: los 16 representantes de las curules de paz le reclamaron al Gobierno por la ausencia de inversión en sus territorios y por el recrudecimiento de los efectos humanitarios del conflicto armado. De otro lado, grupos como el Frente 33 de las Farc en Catatumbo, las disidencias de la Coordinadora Nacional y el Frente Comuneros del Sur, están a la espera de los últimos detalles logísticos que les permita caminar hacia las Zonas de Ubicación Temporal, un paso previo para la dejación de armas.