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Primera sentencia de la JEP podría dictarse en primer semestre de 2022

El anuncio lo hizo Julieta Lemaitre, magistrada relatora en el caso de este delito. El último paso es crucial.

  • La magistrada Julieta Lemaitre es abogada de la Universidad de los Andes y doctora en ciencias Jurídicas de Harvard. En la JEP es la relatora del caso 01 sobre secuestro. FOTO julio césar herrera
    La magistrada Julieta Lemaitre es abogada de la Universidad de los Andes y doctora en ciencias Jurídicas de Harvard. En la JEP es la relatora del caso 01 sobre secuestro. FOTO julio césar herrera
02 de noviembre de 2021
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El día en que la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, dicte su primera sentencia condenatoria será histórico, pues podría enviar a la cárcel a algunos de los excombatientes que conformaron el secretariado de las Farc y ocuparon los puestos de mando más importantes durante la guerra.

En diálogo con EL COLOMBIANO la magistrada Julieta Lemaitre, relatora en el caso de secuestro, aseguró que sus conclusiones podrían ser las primeras en llegar al Tribunal de Paz durante la primera mitad de 2022, siendo este el último paso para que dicha autoridad decida la condena.

En la entrevista, la doctora en ciencias jurídicas de la Universidad de Harvard también respondió cómo avanzan las audiencias para escuchar a las víctimas, qué pasará con esos relatos y cuáles son los pasos a seguir en el caso que investiga.

¿Qué ha encontrado
en las audiencias con las víctimas?

“Hemos estado haciendo audiencias en todo el país. La primera estaba programada para el 20 de marzo de 2020 y un día antes entramos en cuarentena (por el covid-19). Finalmente, las víctimas terminaron haciendo más de 1.000 observaciones por escrito, porque fue lo que permitió la pandemia.

En enero de este año sacamos esa primera imputación al secretariado, pero ahora las víctimas tenían la necesidad de que las escucháramos. El objetivo era ver qué decían frente al reconocimiento de delitos que hizo el secretariado de las Farc sobre el secuestro, pero han servido más para que las víctimas cuenten sus experiencias personales, cómo vivieron el secuestro.

También hay personas que quieren tener conversaciones personales con el comandante que los tuvo en cautiverio a ellos o a sus familiares. Preguntarles detalles”.

¿Ese encuentro es una posibilidad en la JEP?

“Sí, claro. La Comisión de la Verdad ha estado haciendo unos encuentros privados, pero esa entidad se acaba ahora. Entonces vamos a proponer que se puedan dar esos encuentros. Ya lo he hablado con los otros magistrados y están de acuerdo, vamos a ver si logramos retomar eso que se ha hecho en la Comisión y permitir esos encuentros privados”.

¿Y lo que se diga allí también sería vinculante?

“No, sería más de dimensión restaurativa. Lo que sí tendría es que ellos (exFarc) tienen la obligación de contar la verdad (...), no hay una excusa para no hacerlo, pero lo que sale ahí no tiene una condición de tipo penal, sino más humanitaria”.

¿Qué va a pasar con los testimonios que están escuchando actualmente?

“Esos testimonios, casi que al tiempo que ocurren, son analizados por un grupo de profesionales. Se agrupan por temas como los frentes, las modalidades o el comandante al mando, por ejemplo. Ahí contrastamos y miramos si hay algo más que los comandantes aún deban reconocer.

Parte de lo que están haciendo los analistas es mirar de estas solicitudes y comentarios cuáles son directamente para estos siete comparecientes individualizados que eran los que daban las órdenes. Estamos evaluando si hay demandas de verdad directamente para el Secretariado de las Farc, pero en general no”.

¿Por qué no las hay?

“Porque ellos no estaban presentes. Las preguntas se dirigen más a los medios mandos, a los guardias y a los carceleros que fueron los encargados de cuidar a los secuestrados.

Hay unas demandas de verdad y hay otras de reconocimiento, donde ellos lo que piden es que reconozcan lo que hicieron (que los secuestraron y trataron mal). Ahí, por ejemplo, hizo mucho daño la declaración de la senadora Sandra Ramírez cuando dijo que ellos tenían comodidades, porque todo el que estuvo en malas condiciones quiere que se lo reconozcan”.

¿Para las víctimas ha sido suficiente ese reconocimiento que hizo el secretariado de las Farc sobre el secuestro?

“Hay unos que sostienen que lo que ellos dicen es una total mentira, y otros que dicen que perdonan. Humanamente es muy complejo. La tarea nuestra es que lo reconozcan, pero no sé en qué medida eso les ayude a sanar”.

¿Cuántas audiencias faltan?

“Pues ya todo el que dijo que quería venir y hablar está programado. Ahí terminamos con la parte del secretariado y pasaríamos a preguntar en los mandos medios el año entrante”.

En estos primeros casos que estudia sobre el Secretariado, ¿la gente puede esperar condenas pronto?

“Lo que hago yo es una relatoría. Recojo, organizo y contrasto toda la información. Si están reconociendo, entonces van a la Sección de Reconocimiento del Tribunal de Paz, y ellos son los que hacen la sentencia. Toda esa relatoría primero la tiene que avalar mi sala y se le manda al Tribunal. Ellos la revisan y la pueden mandar a corregir o avalar. Después de eso es cuando el Tribunal toma la decisión”.

¿El Tribunal ya tiene alguna de esas relatorías?

“No. Y la primera que van a tener, probablemente, sea de este caso 01 de secuestro. Estos procesos en la Corte Penal Internacional se demoran 10 años. Nosotros lo estamos haciendo en tres. Es muy difícil, porque todo el mundo quiere que vaya más rápido, menos los abogados de las víctimas, que quieren que escuchemos todo a detalle y que nos tardemos más”.

Y este primer caso que me dice, ¿cuándo estaría llegando al Tribunal?

“Hay una parte al final que nunca la hemos hecho y no sabemos cuánto se demora. Sin contar con esa parte, porque no sé cuánto llegue a tardar, te diría que el caso podría llegar el primer semestre de 2022”.

¿A qué parte se refiere?

“Eso que nunca hemos hecho es que la ley dice que antes de mandar la relatoría al tribunal yo le tengo que pedir a la Fiscalía todos los expedientes que haya contra estas siete personas, pero recolectarlos puede ser difícil porque los casos son viejos y dispersos por el territorio”.

¿Cree que las víctimas van a quedar satisfechas con lo que se decida?

“Hay una demanda de las víctimas que es muy difícil satisfacer: la indemnización. En el secuestro hubo gente que pagó mucha plata y perdió sus bienes. La JEP siempre cargará con eso y no puede hacer nada porque la norma dice que esas indemnizaciones individuales las debe dar la Unidad de Víctimas, y ahí hay un proceso que es incompleto”.

¿Qué ha encontrado en Antioquia?

“He aprendido que Antioquia es el corazón de la guerra. Todo lo que ha pasado en el país pasó en Antioquia y pasó peor. Cuando uno ve las cifras, este departamento es el que más víctimas tiene. Aquí están todos los actores armados y todas las formas de guerra.

Antioquia es muy diversa. Hay partes totalmente abandonadas por el Estado. Pueblos que parecen una postal y pueblos que uno no se explica cómo son tan excesivamente pobres. Todo lo malo que pasó en el país pasó en Antioquia y me impresiona la intensidad del sufrimiento, acá todo es en mayor magnitud”

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