A las 7:00 de la mañana de este miércoles, decenas de periodistas de Colombia, de los países del Alba y europeos, llegaron al Palacio de las Convenciones de La Habana, a la espera del arribo de las delegaciones del Gobierno y las Farc.
Al frío y la lluvia en la isla se sumaron los comentarios de los asistentes de ambas delegaciones, sobre el ambiente positivo para continuar con los diálogos, después de superar el “impasse” por el plagio de general ( r ) Rubén Alzate Mora, la abogada Gloria Urrego y el cabo Jorge Rodríguez.
Sin embargo, el caso del general Alzate sigue generando posiciones encontradas sobre lo que verdaderamente pasó el 16 de noviembre en Las Mercedes, Quibdó.
Así las cosas, a las 8:00 de la mañana las Farc retomaron la rutina de llegar al Palacio de las Convenciones y hablar, ante la prensa, sobre un tema que expondrán en la mesa.
“Pablo Catatumbo”, de la delegación de la guerrilla e integrante del secretariado, expuso la visión que tiene esa organización sobre las violaciones al Derecho Internacional Humanitario y los crímenes de lesa humanidad.
Acompañado de Rodrigo Granda, “Carlos Antonio Lozada”, “Isaías Trujillo”, entre otros, dijo: “la Corte Penal Internacional no considera crimen de guerra en los conflictos no internacionales los mismos hechos que si son considerados crímenes en caso de realizarse en un conflicto armado internacional”, y que por lo tanto “no es aceptable” que se les exija responsabilidades por estos hechos que “en un conflicto no internacional son exigibles únicamente al Estado”.
“Catatumbo” trajo a colación una vieja reivindicación de la guerrilla sobre la justificación del uso de armas irregulares como las minas antipersonal, los tatucos y las pipetas, haciendo la comparación con “la desproporción entre los medios de combate de que dispone el Estado proscritos por las leyes de la guerra”.
A su vez hizo énfasis en que las Farc no son responsables de crímenes de lesa humanidad: “nunca hemos diseñado ni ejecutado estrategias de ataque generalizado contra la población civil, ni aun contra los sectores de la oligarquía y el establecimiento que combatimos”.
“Seriedad en el debate”
Después de las palabras de “Catatumbo”, se estacionaron cuatro Mercedes Benz, negros, que traían a los delegados del Gobierno.
El primero en bajarse fue Humberto de la Calle acompañado por sus asistentes y la seguridad cubana. Lo siguieron Sergio Jaramillo, alto Comisionado para la Paz y los generales Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo.
De la Calle también retomó su rutina, sobria, de leer un comunicado corto sobre la posición del Gobierno en un nuevo ciclo. Pero esta vez el jefe negociador se centró en rechazar las afirmaciones del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, que en un reciente trino dijo que las Farc habían exigido, para restablecer los diálogos, que les fueran entregadas parte de las regalías y que terminaran los bombardeos.
Afirmaciones que De la Calle calificó como “falsedades”:
“Tales supuestas propuestas no fueron siquiera puestas a nuestra consideración como condiciones para reiniciar el diálogo. Como el senador Uribe tiene un compromiso con la seriedad dado el papel que ha jugado, suponemos que alguien le está llenando a cabeza de falsedades”.
A renglón seguido lo invitó a un debate serio, “razonado, basado en hechos, no en especulaciones”.
A puerta cerrada, otra vez, ambas delegaciones se reunieron para hablar sobre el desescalamiento del conflicto, el cese el fuego, y los preparativos para los encuentros con la comisión de mujeres, que será el próximo lunes, y con el último grupo de víctimas, que se dará al otro día.
