Como respuesta a la situación de violencia en Puerto Leguízamo, altos funcionarios del gobierno Petro, como la jefe de gabinete Laura Sarabia, el ministro del Interior Hernando Alfonso Prada, el ministro de Defensa Iván Velásquez y el alto comisionado para la paz Danilo Rueda, se reunieron con las autoridades locales y los representantes de organismos de verificación internacional para abordar las posibles soluciones a las problemáticas generadas por el narcotráfico en el Putumayo.
Durante la reunión, el presidente Gustavo Petro pronunció un discurso donde dio varias ideas para abordar esta problemática desde la raíz y dio luces sobre sus planes alrededor de la paz total. Según el presidente, el Putumayo sería el espacio para poner a prueba estas iniciativas, que involucran un diálogo abierto con las comunidades para trata de mitigar la violencia en Puerto Leguízamo, que tiene 100 asesinatos por cada 100.000 habitantes al año, muy por encima del promedio nacional que a 2021 era de 27 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Según Petro, la posibilidad de la paz no es simplemente un acuerdo entre el gobierno, el poder judicial y las organizaciones ilegales. Además de ofrecer caminos jurídicos para los ilegales, también es necesario diseñar estrategias que permitan un desmantelamiento pacífico del narcotráfico en toda la cadena, “desde los obreros del narcotráfico que no tienen otra opción y las organizaciones compuestas por jóvenes que no tienen otra oportunidades en el territorio y reciben dinero por matar, desencadenando los niveles de violencia y de barbarie”, afirmó.
Esto implicaría un pacto social de todos los actores, para cambiar de actividad económica y un diálogo incluyente, con todas las partes, incluyendo los actores ilegales, una vez dejen las armas. “No es lo que yo creo que es lo conveniente para este territorio o lo que un técnico o un gobernante local crea, sino lo que la sociedad misma quiere de su territorio según su experiencia”, explicó. La idea sería que dicho diálogo generara el plan de ordenamiento territorial de la región.
La regeneración de la selva
Como parte de esa apuesta de futuro, el presidente planteó la pregunta de si la idea de desarrollo se había concebido de la manera correcta en el Putumayo, llegando a afirmar que la explotación petrolera y agroindustrial habían sido caminos equivocados, pues la verdadera apuesta de ingresos económicos se debería basar en la biodiversidad, que según Petro es la verdadera riqueza de la región.
El Putumayo tiene uno de los indices de deforestación más altos de Colombia y las actividades económicas tradicionales, no han traído desarrollo a las comunidades, afirmó Petro. Mientras que la biodiversidad de la región podría traer todos los beneficios de la naturaleza, que siempre han tenido presentes las comunidades ancestrales y los cuales están por descubrir.
Para contribuir a la regeneración de la selva y la protección de la biodiversidad, Petro propuso la creación de un fondo público de la nación financiado por el presupuesto nacional con vigencias futuras durante 20 años, para que las familias que hoy viven de sembrar coca o de la agroindustria en la región, pueda recibir un ingreso de entre 2 y 3 millones de pesos mensuales, como pago por el servicio ambiental de dejar que la selva crezca. La propuesta es abarcar alrededor de 200 hectáreas, con un contrato que le permita a la familia unos derechos sobre el territorio, pero no pueden ser de propiedad, porque las selvas son baldíos de la nación, sin embargo, sí se podrían conceder los derechos hereditariamente, hasta por dos generaciones, para que la selva vuelva a crecer, con un ingreso suficiente que compita con los dineros que generan las otras actividades económicas.
Parte de este plan también implicaría la llegada de las diferentes instituciones educativas al territorio para explorar las alternativas económicas de la biovidersidad, según el presidente, se incentivarían las investigaciones científicas y la apertura de colegios, instituciones técnicas y universidades.
El narcotráfico autoridad sin futuro
El presidente señaló en su discurso que los traficantes estaban ejerciendo en la región la función del Idema, el Instituto de Mercadeo Agropecuario, que se encargaba de comprar las cosechas campesinas, asegurando en ingreso y las distribuía, lo que hacía difícil que los campesinos vieran otros cultivos como competitivos con respecto a la hoja de coca, de ahí que quiera ofrecer un buen ingreso por no explotar la tierra. “Estamos enriqueciendo el programa de sustitución de cultivos”, afirmó, para luego decir que esta es una propuesta a consultar con el campesinado.
Para Petro esto permitiría una disminución real de la violencia, pues a la larga los narcotraficantes podrían ver que esta actividad no les ofrece opciones de futuro y que con los beneficios jurídicos podrían quedarse en el territorio para aportar a su desarrollo. “Vivir de la selva sigue siendo el objetivo y no destruir la selva para vivir, porque es una equivocación, el que lo hace está construyendo la muerte, pues todos saben que si la selva se acaba, se acaba el agua de Colombia”, sentenció.
A parte del tema que lo convocaba en el Putumayo, el presidente dejó dos comentarios referentes a otros asuntos en su discurso. Criticó el descarte del metro subterráneo de Bogotá, haciendo entender que por esta razón es que no se ha podido avanzar en el proyecto, y propuso que en los últimos años de educación secundaria se puedan ver créditos universitarios, como en Europa, para democratizar la educación.