El primer debate en el Congreso sobre el proyecto de ley denominado “Acto Legislativo para la Paz”, tuvo de todo, menos eso: paz.
La Comisión 1 del Senado fue por momentos un ring de boxeo, en el que la bancada del Gobierno y la oposición se trenzaron en una pelea de improperios.
El que mandó el primer golpe, en la discusión del pasado martes, fue Roy Barreras, presidente del Partido de la U.: “no tengo ya ninguna ilusión de que el Centro Democrático (CD) pueda servirle a la paz de Colombia (...). Cuando se dedican a asustar a los empresarios, cuando estimulan el miedo en su militancia están sembrando terror. Tal parece que estamos ante los nuevos terroristas de Colombia”.
Enseguida le contestó desde la otra esquina José Obdulio Gaviria, miembro del partido aludido: “luego de acompañarnos ocho años en el Gobierno, pasaron a convertirse en contertulios del terrorismo (...), justificadores de partidos políticos de armas; y comienzan a aplicar las mismas artes de sus aliados del terror”.
Tras nueve horas de contienda, y con el retiro anticipado de la bancada del CD, la Comisión votó el proyecto de ley presentado por el Gobierno, con el cual se busca crear una Comisión Legislativa Especial y darle facultades al Presidente para aplicar los acuerdos de La Habana.
Armando Benedetti, uno de los ponentes del proyecto, dijo que no hubo modificaciones a la propuesta del Gobierno, sino dos adiciones: un artículo para crear un fondo para la paz y otro sobre la participación en política de las Farc.
Añadió que el segundo debate será dentro de dos semanas, en la plenaria del Senado.
Pero la disputa verbal fue lo que quedó en el ambiente. El senador Antonio Navarro (Alianza Verde) pidió a los dos bandos “desmovilizar la lengua”.
El CD publicó en su website que “no somos amigos de la muerte y la sangre, somos amigos de la paz con justicia”.
Y Barreras, tratando de calmar los ánimos, escribió en Twitter: “Al CD: A pesar de las diferencias frente a la paz, les propongo: perdonémonos nuestras ofensas y protejámonos de los que nos ofenden”.
Varios comentaristas le respondieron con más insultos, y de grueso calibre.