La posesión de los nuevos alcaldes y gobernadores movió, al menos por el momento, el foco del interés político del país del panorama nacional al regional.
El relevo de poder trajo figuras de sectores críticos del gobierno de Iván Duque, lo que implica un reordenamiento de las relaciones entre las autoridades de cada ámbito.
En las tres principales ciudades –Bogotá, Cali y Medellín– ganaron las elecciones al candidato respaldado por el partido de gobierno, el Centro Democrático, y esto se reflejó en los discursos de al menos dos de ellos: Daniel Quintero, en Medellín, y Claudia López, en la capital.
De acuerdo con Juan Sebastián Delgado, experto en comunicación política, la llegada de ellos a cargos de gobierno “es una oportunidad que tienen los poderes locales de mostrar liderazgo nacional, pues asumen justo en el momento en el que el presidente Iván Duque afronta un bajón”.
Relación de codependencia
A pesar de este panorama, los tres primeros días de mandatos regionales han traído, sobre todo, palabras conciliadoras. Las primeras declaraciones de los mandatarios recién posesionados han invitado al trabajo conjunto.
Esto, de acuerdo con los expertos en consultoría política de cada ciudad consultados por EL COLOMBIANO, hace parte de la dinámica natural del sistema colombiano.
Proyectos de infraestructura que, en ocasiones son la gran bandera de las administraciones (como el metro ligero de la 80, en el caso de Daniel Quintero en Medellín), son irrealizables sin el presupuesto nacional.
Por esto, en los casos excepcionales en los que la interlocución local-nacional no ha sido eficiente, como sucedió durante el mandato de Gustavo Petro en Bogotá, las obras se ven paralizadas: es parte de la memoria política la imagen del cheque de proporciones humanas entregado en 2015 por el entonces presidente Juan Manuel Santos al alcalde Gustavo Petro, que no llegó a materializarse para el metro de Bogotá.
En esta ocasión, sin embargo, habría un cambio en esa dinámica tradicional. De acuerdo con Delgado, en un contexto de protestas, la relación de Duque con ciertos mandatarios, y su aporte en proyectos clave, podría ayudarlo a reconectar.
Terminadas las campañas, y a más de dos años de las próximas elecciones, para los expertos el tiempo de gobernar se impone y los discursos confrontacionales son reemplazados, en su mayoría, por apretones de manos