Balones, almanaques y distintos juguetes hicieron parte de los regalos de Navidad que recibieron niños y niñas del Catatumbo por parte de las disidencias de las Farc.
En concreto, los detalles a algunos menores de Tibú y El Tarra, en Norte de Santander, corrieron por cuenta del Frente 33 “Mariscal Antonio José de Sucre”, un grupo armado residual con fuerte presencia ilegal en la zona que, a los obsequios que entregó este 24 de diciembre, les puso fotos de su líder, alias Jhon Mechas.
En los diferentes empaques se leen mensajes de “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”, los cuales fueron denunciados públicamente este fin de semana por líderes sociales y población en general, quienes rechazaron a través de Internet que se presenten actos como este, los cuales tendrían el propósito de reclutar menores a sus filas. Incluso, elevaron peticiones a las autoridades con el objetivo de que sean ellos quienes esclarezcan qué fue lo que pasó.
Dicho Frente 33, que se disputa la región del Catatumbo con el ELN y el EPL, ha estado en el ojo de las Fuerzas Militares y del Gobierno porque fue al que se le atribuyeron los atentados en Cúcuta al helicóptero del presidente Iván Duque y a la Brigada 30.
Investigaciones en terreno
Los regalos de esta ocasión cogieron por sorpresa a Jaime Marthey, defensor Regional del Pueblo en Norte de Santander, quien le explicó a EL COLOMBIANO que se dieron cuenta de la situación en la mañana de este lunes, al ver las denuncias y fotos por redes sociales.
Una vez enterado, dispuso de varios funcionarios de la Defensoría para que en terreno intenten comunicarse con las personas de la zona, y así dar con información de primera mano que lleve a saber qué menores recibieron los regalos, y de manos de quién fueron entregados. Sin embargo, el defensor aclaró que “hasta ahora no hemos podido establecerlo, además tampoco sabemos si fue así como se dice en las redes sociales”.
Mientras tanto, la Policía de Norte de Santander le contó a este diario que también investiga, junto a las alcaldías de El Tarra y Tibú, dónde se entregaron los regalos a niños y jóvenes, para de esa forma dar con el paradero de los responsables.
Por ahora, para ellos todo parece indicar que los almanaques y los balones fueron repartidos en la zona rural, pues en las últimas horas han hecho operativos en cascos urbanos y no les han reportado novedades ni han recibido denuncias directas.
Para Olguín Mayorga, vicepresidente de la Asociación Nacional de Víctimas del Conflicto Armado, el hecho de que no se denuncie esta situación es porque “existe temor en poner esto en público, ya que la comunidad siente miedo” de posibles represalias. De hecho, según los mensajes que ha recibido por parte de habitantes de la zona, aceptar estos detalles navideños no era una opción, sino una orden impartida por cuenta del grupo ilegal.
El reiterado mensaje
Una de las hipótesis que ha cobrado sentido en las últimas horas y que ya es objeto de análisis por cuenta de las autoridades de la región es si divulgar estos regalos en Internet corrió, en parte, por cuenta de la misma estructura ilegal, quienes tendrían como meta reclutar a menores de la zona y reafirmar su presencia en ese territorio.
De todas formas, eso aún no está confirmado; sin embargo, lo que sí está claro para Mayorga, también candidato al Senado, es que estos regalos no son gratis, pues detrás de ellos hay un fuerte fenómeno de reclutamiento forzado que para nadie es un secreto.
“Eso nos tiene reflexionando fuertemente, ya que la preocupación en la gente es mayor porque en tiempos atrás vimos que fueron asesinados dos menores a manos de las disidencias”, destacó el líder de víctimas.
Y aunque para el defensor regional es una novedad que se entreguen este tipo de regalos con estampas navideñas, para Julio Acelas, director del Observatorio del Delito de Santander, la situación no es ajena al abandono estatal al que han estado expuestos durante años niños y jóvenes del Catatumbo.
Las líneas de investigación de las autoridades tienen la lupa puesta sobre un posible incentivo al reclutamiento forzado, y un presunto origen ilegal de los regalos que repartió la disidencia. A partir de allí intentarán establecer más detalles que los lleven a dar con el grupo ilegal y su líder ‘Jhon Mechas’, de quien se presume que está en Venezuela .