En redes sociales comenzó a circular un video en el que se ve a Nicolás Petro, hijo mayor del presidente Gustavo Petro, en su fallida campaña por la Gobernación del Atlántico en 2019 promoviendo un mensaje de cero corrupción. Pero hoy Nicolás está envuelto en un lío judicial, precisamente por lo que tanto criticó y mientras pasa las horas capturado, espera llegar a un acuerdo con la Fiscalía que le imputó los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
En ese video publicitario, Nicolás prometía que su objetivo era ayudar a los ciudadanos, más no quedarse con el dinero. Sin embargo, ahora la historia parece ser otra.
El caso que ahora lo tiene contra las cuerdas tuvo origen en unas conversaciones reveladas por su expareja, Day Vásquez, en las que se señala que Petro Burgos habría recibido dinero irregular por parte del ex narcotraficante y ahora candidato a la alcaldía de Maicao, Santander Lopesierra, y de parte del cuestionado empresario, El “Turco” Hilsaca. Esos millones al parecer llegaban por medio del político Máximo Noriega, quien acabó de perder el aval del Pacto Histórico para la Gobernación del Atlántico al verse envuelto en el escándalo.
Así las cosas, el hijo del presidente Gustavo Petro y la expareja de Nicolás son investigados por la presunta entrada de financiación irregular a la campaña para las elecciones de 2022 del Pacto Histórico en el Atlántico, departamento en el que Nicolás Petro es diputado del partido Colombia Humana. Se trata de la posible recepción de 600 millones de pesos que, según dijo Day Vásquez en una entrevista con Semana de marzo de 2023, se habrían quedado en los bolsillos de Nicolás Petro.
No obstante, en su declaración, Vásquez también sostuvo que parte de ese dinero sí se habría utilizado para la campaña: “Simplemente quisieron aportar a la campaña. Y pensaron, y creo que ellos siguen pensando, que esa plata llegó a la campaña, o que se invirtió en parte de la campaña aquí en el Atlántico. Y si cogieron 50 millones para cubrir algún gasto de la campaña aquí en el Atlántico, fue mucho”.
Por esas declaraciones, la Fiscalía le comenzó a seguir la pista al diputado hasta que el pasado 1 de agosto, fue imputado por un posible enriquecimiento ilícito, sustentando que estaba comprando un vehículo marca Mercedes Benz por un valor de 200 millones de pesos y una mansión en Barranquilla por 1.600 millones de pesos pese a que sus ingresos como diputado eran insuficientes para materializar esos gastos.
Además, este habría recibido también una lujosa camioneta que le había dado un empresario durante 2022, que en la actualidad está en poder de Day Vásquez.
Dice el fiscal Burgos que para el año 2022 el diputado Petro solo contaba con 280 millones de pesos sustentados en sus ingresos, pero que este tenía en su poder 1.053 millones de pesos. “Ese incremento injustificado que usted tiene es entre los meses de julio a diciembre, ya que usted realizó gastos por valor de 1.205 millones de pesos, que representan el 83% de gastos realizados en Bogotá y Barranquilla”, le dijo el fiscal Burgos.
Así mismo, contra Nicolás pesa el delito de lavado de activos por presuntamente haber efectuado un blanqueado de dineros, utilizando como fachada a uno de los familiares de Day Vásquez.
Si bien tanto Nicolás como Day no aceptaron los cargos, Petro Burgos anunció que llegaría a un acuerdo con la Fiscalía para revelar más información y otros presuntos implicados en el escándalo de corrupción.