En la actualidad, ser madre no se ubica entre las principales prioridades de la mujer. Tanto es así, que la edad promedio en que ellas se están embarazando por primera vez ha subido a los 32 años, cuando hasta hace algunos años estaba entre los 25 y los 30, e incluso yendo más atrás, nuestras abuelas tenían sus hijos desde los 18 y hasta antes.
Esta situación es para Fidel Cano, Director Médico del Instituto de Fertilidad Humana InSer, una de las mayores preocupaciones en su campo, la reproducción asistida, ya que están recibiendo mujeres mayores de 40 años que, en determinados pasajes de sus vidas, decidieron por alguna razón, motivos personales, enfermedades o incluso por desconocimiento, no tener hijos, y que ahora que tienen la maternidad entre sus planes se les presentan dificultades de tipo biológico.
¿Cuál es el estado actual de esta situación?
“En los últimos 37 años se ha multiplicado por cinco la necesidad de donantes de óvulos, que es una de las técnicas que se utilizan en la reproducción asistida, que consiste en la vitrificación de los óvulos, el congelamiento de los gametos. Nos llegan mujeres mayores de 40 años, que es considerada una edad extrema reproductiva, y es muy triste cuando ellas se confrontan con su deseo reproductivo.
Eso ocurre por situaciones como uniones tardías, divorcios y esa ausencia de la conciencia de maternidad, que en muchos casos las mujeres no lo consideran ni tienen dentro del panorama de realización personal, y también con personas que han tenido enfermedades como el cáncer, a quienes por estigma no se las visualiza como futuras madres. Ha habido casos en que son diagnosticadas a los 20-25 años, y no se tiene en cuenta que en cinco o siete años pueden estar interesadas en ser madres”.
¿Esto pasa en Colombia o es una tendencia mundial?
“Esta pasando lo mismo que a nivel mundial. Desde los años setenta, cada quinquenio se viene aumentando en dos años el promedio de inicio de la vida reproductiva. Nuestras abuelas tenían los hijos desde los 15 años, en estos momentos está en 32 años en lugares como Europa. De cada 1.000 ciclos de invitro hace 20 años, el 10% eran donación de óvulos, hoy son del 30%”.
¿Cuál puede ser un camino para la solución?
“Que se eduque a la mujer, que se les explique que ser madre genera unos créditos impresionantes a nivel personal, que de nuevo se visualice como madre, lo cual paga emocional y afectivamente, y no tengan esta como la cuarta o quinta opción en sus vidas. Tenemos que ofrecerles un plan B, y una opción puede ser que congele sus gametos, para que no recurra a una donante, sino que sea ella misma su autodonante”.