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Un fuerte reparo hizo la Liga Colombiana de Hemofílicos en medio del debate generado por la incertidumbre y la falta de socialización del proyecto de reforma a la salud que está impulsando la jefe de esa cartera, Carolina Corcho, y que iniciará su trámite en el Congreso durante las sesiones extraordinarias programadas para febrero.
Sergio Robledo, presidente de la Liga le dijo a Blu Radio, lanzó una dura crítica a los cambios que traería la reforma en la atención a los pacientes de alto costo asegurando que los hemofílicos en Colombia tendrían la asistencia de “un país africano”. Además, teme que se vuelva a repetir el sonado caso del “Cartel de la Hemofilia” en el departamento de Córdoba.
“Hay programas de hemofilia que tienen 15 años de experiencia y no queremos perder eso. ¿Cuánto tiempo se va a demorar en formar la red para que el paciente no quede perdido? Como si estuviera en cualquier país africano que no tiene tratamiento. El sistema tiene el dinero y toda la estructura para tenerlo bien, ese es el miedo”, sostuvo Robledo.
De la reforma a la salud se sabe que las Entidades Promotoras de Salud, EPS –columna vertebral del sistema actual–, desaparecerían, según lo planteado por el comité de impulso de la propuesta, el cual está integrado por organizaciones de la sociedad civil, como el colectivo Médicos Unidos de Colombia.
Los cambios en el sistema que están incluidos en este borrador del proyecto –que está siendo estudiado por el Presidente y su equipo jurídico– se condensan en cinco puntos que giran en torno a un fin: que el Estado recupere el liderazgo del sistema.
Los cinco puntos de la transportación tienen que ver, en concreto, con que las EPS dejarían de administrar recursos públicos, la creación de un sistema nacional único, el paso a un modelo preventivo y predictivo, la mejora en las condiciones de los profesionales de la salud y cambios en la Superintendencia y el Invima.
Para el presidente de la Liga, la reforma que plantea Corcho abre la puerta a la corrupción y a la politización de la salud, según él, tal y como sucedió con el antiguo Seguro Social.
Finalmente, Robledo advirtió nuevamente el riesgo de los cambios que plantea la reforma, además cuestionó la capacidad del presidente, recordando su antecedente administrando la salud cuando fue alcalde de Bogotá.
“No logró que en los hospitales públicos se nombrara el personal de tiempo completo y nos pasaron de cuatro meses a un mes los contratos. La experiencia no es buena por como se comportaron las personas que hoy tienen el poder”, concluyó.