Madrid, la capital española, se convirtió este viernes en el epicentro de dos noticias judiciales que tocan al candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro.
Por un lado, el exagente de inteligencia del chavismo, Hugo “el Pollo” Carvajal, se encontró con la magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Cristina Lombana, quien viajó hasta ese país para preguntarle al exmilitar venezolano por las pruebas que dijo tener sobre el supuesto envío irregular de dinero por parte del fallecido Hugo Chávez a Petro.
Todo, según dijo hace dos meses en una declaración juramentada ante la justicia española, para financiar el proyecto político de quien hoy es el favorito en las encuestas presidenciales. De hecho, aseveró en su momento que esa presunta financiación se extendió a otros líderes de izquierda como los expresidentes Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador).
Sin embargo, Carvajal le dijo a la Magistrada que no se iba a referir de nuevo a este tema, en la medida de que está pendiente del proceso de extradición a Estados Unidos que afronta por narcotráfico. Se justificó, de acuerdo con fuentes judiciales, advirtiendo que su prioridad es saber si España lo va a enviar o no a Washington y que hasta que eso no esté resuelto no tienen planeado tocar otros asuntos.
Lo que Carvajal había dicho es que el chavismo y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le habían dado recursos a Petro. Según sostuvo, esta situación se había presentado desde 2008 y afirmó tener pruebas, aunque nunca las ha entregado. La diligencia de “el Pollo” con Lombana estaba programada para el jueves 21 de abril, pero por solicitud de la defensa de Petro se corrió para este viernes.
La razón es que se solicitó autorización para que un apoderado de Petro, en este caso el exmagistrado Julio César Ortiz, pudiera estar presente en la diligencia. De acuerdo con personas cercanas al caso, el abogado le preguntó a Carvajal si conocía directamente a Petro o si sabía de la supuesta financiación del chavismo, a lo que el exagente venezolano se limitó a decir que no se iba a pronunciar.
La cita, en todo caso, se dio en una sala española ante miembros del Juzgado Sexto de instrucción de Madrid, tal y como lo solicitó la Corte Suprema de Justicia colombiana.