En su emblemático edificio, situado en la Quinta Avenida neoyorquina y Bryant Park, la biblioteca dedicará “durante 75 años” una de sus salas centrales para que el público, de forma gratuita, contemple sus tesoros.
Una copia de una carta de Cristóbal Colón, datada en 1493, para Luis Santángel, tesorero de la Corona de Aragón y uno de los principales financiadores de la expedición del genovés; un mapa de Tenochtitlan —la ciudad azteca donde luego se asentó la capital mexicana— encargado por Hernán Cortes y enviado a Carlos V; un ejemplar de la famosa Biblia de Gutenberg, y una carta manuscrita de George Washington son algunos de los tesoros que la sede central de la Biblioteca Pública de Nueva York exhibirá en una exposición permanente al gran público.
El director de la biblioteca, Anthony Marx, afirmo que su institución no quiere ser como un museo ni le interesa “poseer por el gusto de poseer”, sino que tiene siempre presente que su colección ha de ser accesible tanto a los investigadores como al público en general.
El director de la biblioteca no dejó de mencionar el hecho de que muchas de estas piezas son expresiones del colonialismo y el racismo, en línea con el esfuerzo que están haciendo las diferentes instituciones museísticas en Estados Unidos para reconocer que tampoco la cultura ha sido inocente a la hora de representar una visión unilateral del mundo.
La ecléctica colección de piezas únicas de la biblioteca incluye además objetos dispares como la silla y el escritorio donde escribía Charles Dickens, el bastón con el que Virginia Woolf caminó en su último viaje antes de internarse en un río y suicidarse o una partitura original de Ludwig van Beethoven.
Pero también la era contemporánea tiene cabida en la exposición, y es aquí donde la diversidad de criterios se abre por completo: un registro de un libro de ahorros de emigrantes llegados a Nueva York en 1850, un gramófono berlinés de 1895, carteles originales de los espectáculos del mago Houdini o la actriz Sarah Bernhardt, la maleta de trabajo de Malcolm X o maquetas usadas para un disco de Lou Reed.