No, no son los rieles del tranvía que pasaba en los años treinta del pasado siglo los que hallaron en las obras de Metroplús de Envigado.
En esas obras, por supuesto, han hallado vestigios del pasado, pero aún no han encontrado tales vías.
De acuerdo con el arqueólogo Juan Pablo Díaz, de la corporación Sipah —investigación, arqueología e historia, son palabras que hacen parte de esta sigla—, la entidad que realiza la recuperación de vestigios del pasado en tales obras, dice que en Envigado corrió el rumor de que habían encontrado ya los rieles de ese medio de transporte. Todo partió de una reunión con la comunidad, en la que explicaba la pertinencia de su labor. En ese encuentro mencionó que los expertos esperan hallar esos rieles, porque se sabe que el tranvía pasaba por ahí.
Y no solo pasaba: “Fue una estancia del tranvía. Allí tal vez vendían refrescos y comestibles y fue un sitio importante de subida y bajada de pasajeros y de cierta carga”.
Sin embargo, eso todavía no lo han hallado. Espera que debajo de una casa situada al frente de la iglesia de San Marcos estén esos elementos. Allí construirán el Parque de La Fecundidad.
Lo que sí encontraron en esas obras de Envigado es una suerte de acequia, cuya construcción puede ser de principios del siglo pasado, en el sector céntrico: carrera 43 A entre las calles 38 y 39 (o sea, en la vía que une a Medellín, Envigado y Sabaneta, frente al Teatro Municipal).
Quien mira esa acequia, fácilmente cree que se trata de una tumba. Es un fosa cuadrada, conformada por cuatro paredes de piedra, que forma un ducto con origen y destino desconocido. Juan Pablo advierte que fue descubierta hace apenas tres días, de modo que está en etapa de estudio: a qué corresponde, si las aguas que conducía eran negras o limpias...
También han encontrado otros canales fabricados por seres humanos —no naturales— y numerosos restos de cerámicas indígenas, de lozas importadas y monedas.