Con más de 30 años de circulación continua la revista Kinetoscopio, la única especializada en cine y que se publica en papel en el país, lanzó una campaña para salvar este proyecto editorial de crítica cinematográfica, el más antiguo y activo en Colombia.
La crisis financiera, que atravesaban antes del inicio de la pandemia se acentúo tras el confinamiento en el país y la parálisis del sector cultura y del entretenimiento en marzo de 2020.
Tras un proceso que los llevó a reducir el paginaje y a limitar la circulación, más otra serie de esfuerzos para conservar la revista , decidieron abrir una campaña para recaudar los fondos necesarios para imprimir la próxima edición (Fellini año 100) y darle continuidad al proyecto editorial en este 2021.
“La intención es no permitir que la marca y las publicaciones mueran este año, sino que en este 2021 podamos sacar un par de ediciones (habitualmente son 4 año) y no pasar en blanco”, comentó Alejandro Gómez, director de la revista, que apuntó que el presupuesto anual de Kinetoscopio es de 60 millones de pesos al año.
Gómez citó que la publicación es financiada 100 % por el Centro Colombia Americano de Medellín, entidad cultural y académica que ante el cierre de algunos de sus ingresos por la pandemia no ha podido mantener ese apoyo.
La recaudación de fondos se está realizando a través de Vaki (https://vaki.co/es/vaki/revkinetoscopio) donde hasta la tarde este miércoles 24 de febrero se han recaudado 6.952.389 pesos, cifra que representa el 20 % del estimado que esperan recaudar para garantizar la continuidad de Kinetoscopio. La meta es llegar a 35 millones de pesos.
Para donaciones de 20.000 pesos, los benefactores recibirán una edición especial de la revista con envío a domicilio en Colombia más una boleta para cine, en el Colombo Americano Medellín. Para aportes de 50.000 pesos a cambio reciben la edición más reciente de Kinetoscopio más un pase doble para cine en el Colombo.
La campaña estará abierta hasta el próximo 10 de mayo.
Las salas de cine del Centro Colombo Americano, en la sede de El Palo con Maracaibo, están abiertas desde noviembre pasado, con todos los protocolos de bioseguridad exigidos.
