viernes
7 y 9
7 y 9
Este sábado, otra librería cierra sus puertas en Medellín. Esta vez se trata de la Librería Daniela, en el centro, que por 13 años ha venido trabajando por mantener la cultura lectora en la ciudad.
Yenny López, propietaria de la librería, viene de una familia de libreros y aunque esta es su pasión más grande, tomó la decisión de dar por terminada esta historia principalmente por motivos económicos.
Con el corazón un poco arrugado, pero sin perder la fe en las letras, compartirá un último día con quienes quieran acercarse. Este sábado 31, desde las 9:00 a.m. y hasta las 6:00 p.m., la Librería Daniela (en la Calle 50 no. 42 -19) celebrará un gran bazar en el que ejemplares nuevos y usados de ficción, historia, espiritualidad, no ficción y otra cantidad de temas más, estarán disponibles a un precio entre $5.000 y $10.000 pesos, en su gran mayoría.
Para López su trabajo fue un sueño que vino de familia, su padre era librero y pasaba sus días en la Plazuela Uribe Uribe donde llevaba los libros a la calle para que la gente se topara con ellos y se los llevara.
Se volvió lectora desde niña, se devoraba los libros de Agatha Christie, y así supo que quería seguir los pasos de su papá. Empezó a atender un puesto de libros en La Bastilla, se llamaba El Delfín. López también fue adquiriendo el conocimiento de las letras en el intercambio constante con los visitantes y compradores, que para ella es el alma de tener una librería: “El cliente mismo lo va llevando a uno, le va retribuyendo el conocimiento de lo que está vendiendo. Al entrar, en lo que busca, en cómo interpreta lo que lee. Es un mutuo alimento”, cuenta. Por eso es que tampoco le llama la atención que su negocio sea digital, porque se perdería esa interacción con los lectores, “la magia está en el sitio”.
En ese entonces, su hija Johana le ayudaba a atender la librería y a veces, para ayudar a su mamá, se metía entre las montañas y estanterías repletas de libros para buscar nuevos clientes y llevarlos hasta el puesto de su mamá.
La familia se sostuvo allí por varios años pero la librera pensó que de pronto al negocio le vendría bien un cambio. Quizá al llevar los libros a una ubicación distinta y más concurrida, la librería podría escapar a la dura competencia y la “guerra del centavo” que se disputa todos los días en La Bastilla.
Fue por eso que se trasladó al centro, justo entre varios centros educativos: el Cefa, la Universidad Corporativa de Colombia y el Itse, pero esa no fue una garantía para que el negocio se pudiera sostener y no dejar tantas pérdidas.
Además de que el negocio se ha puesto duro, la inseguridad del lugar también motiva la decisión. A la librería le robaron el aviso de la entrada y no ha habido cómo reemplazarlo.
López y su familia organizaron un bazar a finales de 2018 para evitar llegar al punto de cerrar, pero este ha sido un año duro. Muy afectada por su decisión, la librera es consciente de que el negocio al que ha dedicado su vida está en una posición cada vez más difícil: “Es muy triste, no tanto por lo económico, sino que esta es mi pasión”, dice. “Puede que pase un día en el que no venda nada, pero ese día entra alguien, pregunta por un libro y ahí se va toda una historia. No me voy a mi casa sin aprender algo nuevo”.
La esperanza es que hoy sea un día de esos de muchas historias y, por qué no, también de muchas ventas. Es posible que ese libro que está buscando, que quiere regalar o que tiene en la mente desde hace rato, lo esté esperando.
Hola Twitter. Debido a las bajas ventas mi mamá decidió acabar con el negocio familiar (librería) que por años fue el sustento para los gastos de la casa. Por eso hará un bazar este 31 de agosto para liquidar los libros que tiene en inventario.
— Johana Rivera (@JohanaRiveraa) August 25, 2019
Agradezco RT y buena energía. ???? pic.twitter.com/Q4pDgT4hvO