Con buen y muy fino sentido del humor; un ser humano generoso, intempestivo, entusiasta, con capacidad de escuchar al otro y altruista. Así recuerdan los amigos, y quienes coincidieron con él en el gremio cultural nacional, a Juan Camilo Sierra Restrepo, director de la Fiesta del libro de Cali, quien falleció el pasado sábado, en Bogotá, a sus 55 años.
Nació en Cali, hijo de los antioqueños Clara Inés Restrepo y Jenaro Sierra Londoño. De su madre y los Restrepo heredó el amor por las letras, y de su padre y los Sierra el amor por el campo y la naturaleza, según sus allegados. Además, ambas familias se suman a esa larga tradición empresarial antioqueña: su abuelo fue Cipriano Restrepo Jaramillo, presidente fundador de la Andi, embajador en Estados Unidos y presidente de Coltabaco.
La capacidad de emprendimiento heredada la enfocó en su gestión cultural, no solo en los trabajos que tuvo en El Fondo de Cultura Económica (de 2001 a 2007 y 2011 a2015) o como director de la Fiesta del libro de Cali (desde 2016), sino en labores en pro del arte y la cultura.
Su amiga Gloria de la Pava cuenta que sin la terquedad de Juan Camilo, el Centro Cultural Gabriel García Márquez, ubicado en Bogotá, no estaría en pie. “Eso y la Fiesta del Libro de Cali son sus grandes legados”, dijo.
Los libros, su gran pasión
Cuando Sandra Pulido, actual directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, conoció a Sierra Restrepo en 2016, se encontró con un hombre con un conocimiento amplio de la necesidad social, cultural y comercial del gremio editorial y las ferias del libro de Colombia. “Desde el primer día fue una persona generosa con todo su saber, conocía a profundidad el sector del libro en el país y siempre estaba dispuesto a poner ideas sobre la mesa, a fortalecer el liderazgo de la Cámara Colombiana del Libro, a proponer proyectos, y eso es evidente con ese gran legado que deja: la Feria del Libro de Cali”.
En eso coincide el escritor y actual director literario del grupo Planeta, Juan David Correa y quien coincidió con Sierra en su vida profesional, al resaltar que este evento en Cali, “nació realmente de la imaginación de Juan Camilo, él empezó a poblar esta feria con un gran entusiasmo”.
En ese evento creó, al lado de la familia Caicedo Estela, el Concurso de cuento para jóvenes Andrés Caicedo para resaltar textos originales e inéditos de colombianos residentes en el país o en el exterior. Fue también un gran impulsor de la Red Nacional de Eventos Regionales del Libro, como cuenta su colega Velia Vidal, directora de la Feria del libro de Chocó. Lo conoció cuando ella ingresó a dicha red. Resaltó que en ese momento sintió una voz muy fuerte “y con una claridad enorme en lo que significa dicha cadena, la importancia de fortalecerla y de la relación entre la promoción de lectura y del libro como tal”.
Destaca Correa además que era un hombre ejecutivo, visionario e inteligente. “Reunía algo que no es tan común como el pragmatismo del ejecutivo con una cultura muy vasta, un tipo muy formado, leído y sensible”.
La escritora María Cristina Restrepo recuerda que cuando ella fue directora de la Biblioteca Eafit, “él nos entregó su colección de libros de arte y de historia del arte. Se iba a mover al campo y consideraba que esa biblioteca la debía tener una institución y así fue, la universidad quedó con una colección valiosísima”.
Su amigo, el escritor y editor Mario Jursich, destaca el compromiso con el sector literario: “Le interesaba que el amor a los libros no fuera una cáscara vacía y una retórica, y lo puso en acción hasta en su casa”.
En su casa de campo en Ubaque, Cundinamarca, tenía su biblioteca y la convirtió en una pública, para el pueblo. “Su casa estaba abierta a todas las personas que quisieran ir a consultar. Eso muestra quién era él”, cuenta Jursich.
La Feria del Libro de Cali sigue en pie como un homenaje a su legado y empezará virtual el 15 de octubre. Tal como lo anticipó Sierra en diálogo con EL COLOMBIANO en abril pasado: “queremos recibirlos a todos”.