Lleva más de siete meses en casa, sino usted, quizá sus hijos o alguien de la familia. Este ha sido un año diferente y las mascotas ya se han acostumbrado a estar acompañados todos los días en el hogar.
“Debido a los períodos de cuarentena que se produjeron en todo el mundo, se desarrollaron unos apegos más fuertes entre humanos y mascotas”, dice el experto en etología canina, el veterinario y zootecnista Ernesto Ávila, quien añade que si ya le está tocando salir más a menudo puede notar como “sus mascotas pueden desarrollar depresión, estrés y ansiedad”.
El profesional previene a los cuidadores de mascotas sobre un problema que puede ser muy común estos días y en los próximos meses: la ansiedad por separación.
Dicen desde la Asociación Americana de Veterinaria que aproximadamente el 20 por ciento de los perros se ven afectados por este trastorno y detalla la veterinaria y etóloga Carolina Alaguna, @Caromvetologa en Instagram, que se da muy rara vez en los gatos.
Explica el máster en etología, adiestrador y zootecnista, Andrés Valencia, @happydogadiestramiento en Instagram, que lo que puede pasar con los felinos es que se estresen ante un nuevo cambio en la rutina (que el cuidador salga más que antes, por ejemplo).
Hay tres síntomas básicos, según la doctora Alaguna, para entender que hay una ansiedad por separación, “y no es que la mascota se esté vengando como algunas personas piensan y los castigan porque se están portando mal”. El primero es que realizan vocalizaciones excesivas, luego vienen los destrozos y por último la eliminación inadecuada (orinar y defecar dentro de la casa).
Prepararse con anterioridad
Esto se puede prevenir con sencillas acciones en casa. “Con juguetes como los olfativos que hacen que el perro tenga que pensar cómo sacar la comida”, dice Valencia.
Otro: si usted ve a la mascota tranquila en la sala y la llama para que le haga compañía está cometiendo un grave error, dice Valencia. “La mascota se acostumbra a estar todo el tiempo con la persona y al momento de estar solo se siente muy mal, porque desarrolló algo llamado hiperapego (los animales no toleran estar solos)”. Alaguna aclara que los animales con esto no necesariamente sufren ansiedad por separación, pero sí todos los que son ansiosos ante la ausencia tienen hiperapego.
El médico Ávila insiste en que la sobreprotección no es buena para la salud mental de las mascotas, “se le priva de vivir las sensaciones naturales como interactuar con otros de su especie, protegerse por sí mismo, reconocer el peligro por su cuenta o defenderse ante cualquier ataque”.
En cuanto a los gatos, la recomendación es siempre canalizar la energía, es vital que juegue, “y previo a los cambios que se vayan a hacer en la rutina otro consejo es no estar despidiéndose cada vez que sale ni saludándolos cada vez que llega, si no esperar a que ellos lleguen por su cuenta y ahí sí acariciarlos” (ver Claves).
¿Hay que preocuparse?
Indica el etólogo Valencia que hay algunas señales de alarma que se deben tener en cuenta. A los tres síntomas básicos que detalló la doctora Alaguna, Ávila añade inactividad y apatía, y que con todo eso junto sí es mejor consultar a un profesional “para desarrollar terapias conductuales. El veterinario es quien debe diagnosticar y definir el tratamiento adecuado para cada animal”, concluye.