Vengo del aire caliente que mueve el cañaveral/ Traigo el olor a mi gente de limón y de azahar/ Vengo de andar la vereda del agua por el brazal/ Del granado y de la higuera, de sombra pa’ descansar dice Muerdo, Paskual Kantero, en su canción Lejos de la ciudad.
Ese lugar que puede sonar familiar es el campo murciano, al sur de España, donde nació, pero él es un nómada que disfruta de giras largas, con conciertos inesperados, como los que lo tienen recorriendo Colombia. En Medellín se presentará el domingo, en el Pequeño Teatro, con dos funciones acompañado de dos de sus músicos, para revisitar diez años de carrera.
¿De dónde viene su música?
“Lo que me mueve a escribir es pura necesidad de expresar mis sentimientos, mis pensamientos. Lo que soy capaz de deducir de las cosas que vivo, trato de plasmarlo en mis canciones. En lo musical, bebo del folklore de diferentes lugares del mundo, pasado por mi filtro personal, que viene impregnado de unas características que son propias del lugar de donde soy, que es el sonido más mediterráneo, más del sur de España, con matices flamencos”.
Su música deja ver mucha sensibilidad y, además, la valentía de dejarla ver, ¿cómo hace ese proceso?
“Para mí es muy natural, forma parte de mí, de mi manera de estar en el mundo. Es tan natural como cualquier otro proceso que pueda suceder en mi cuerpo, en mi mente. Es parte de mi biorritmo”.
Está en una gira que revisita diez años de carrera, ¿cómo es volver a esos momentos y reinterpretarlos?
“Está siendo muy emocionante esta gira y este álbum de aniversario que estamos haciendo, porque me está obligando a mirar atrás, a recolocar cosas del camino que tal vez incluso todavía no había digerido, creo que hacer esta retrospectiva siempre es muy positivo, mirar atrás y darle a cada cosa a su lugar, a cada momento su importancia”.
¿Es ahora más difícil la poesía?
“Creo que es necesario impregnar la música de texto poético, porque vivimos en una época en la que la música mainstream, la música más radiable, ha quedado exenta de poesía y me parece terrible, porque venimos de una tradición de cancioneros en donde la letra siempre ha tenido una importancia capital, es muy triste que deje de ser así”.
¿Qué opina del arte político?
“Es importante. Igual yo respeto muchísimo a los músicos que hacen música de evasión, música de baile, no lo veo tan imprescindible el hecho de que haya un vuelo poético en las letras, además, al fin y al cabo, la implicación política siempre será una opción de un ciudadano o de un artista”.
¿Tiene algún ritual de creación?
“Sobre todo en la época de estar más tranquilo, cuando ya acabó la gira, llego a casa y me pongo un poco a digerir las emociones. Es ahí cuando normalmente suelo escribir, con calma y descanso, para que la cabeza se ponga en un buen mood, sobre todo, la ociosidad que precede a la creación”