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Recordar a Sábato en su natalicio 110

Hoy se celebran 110 años del natalicio de este escritor argentino con más facetas, más allá de la de escritor.

  • Ernesto Sábato, fallecido el 30 de abril de 2011 en su país natal, fue el segundo argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes, en1984. FOTO archivo el colombiano.
    Ernesto Sábato, fallecido el 30 de abril de 2011 en su país natal, fue el segundo argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes, en1984. FOTO archivo el colombiano.
  • Ernesto Sábato en una imagen de archivo de EL COLOMBIANO.
    Ernesto Sábato en una imagen de archivo de EL COLOMBIANO.
24 de junio de 2021
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Es indudable que al recordar los nombres de escritores latinos que marcaron una generación de lectores jóvenes, a finales del siglo pasado, Ernesto Sábato sea uno de los que resalte.

Y es que la obra de este argentino –que entre 1945 y 2004 escribió tres novelas y 21 ensayos– es tan impactante que fue lectura “obligada” para muchos en las décadas de los sesenta y setenta.

Sin embargo, ¿cómo explicar la importancia de este gran escritor a las nuevas generaciones que posiblemente no conozcan sus textos?

Fernando Mora, docente y director de la Maestría en Escrituras Creativas de la Universidad Eafit, señaló que la importancia de Sábato –nacido en la provincia de Rojas en 1911– radica en su versatilidad como escritor universal, ya que sus obras tratan de asuntos del interés de cualquier habitante del mundo, hecho confirmado con su traducción a más de 10 lenguas.

“Sábato habla de asuntos trascendentales y serios –como el pensamiento científico, la reflexión filosófica y los problemas del ser humano como el amor, la soledad y la muerte– al igual que otros autores universales como Fiódor Dostoyevski o Thomas Mann”, explicó Mora.

Desde el punto de vista de la profesora María Eugenia Osorio, docente de Literatura en la Universidad de Antioquia, el eje temático de la producción de Sábato es ese existencialismo que causa conmoción al leerlo.

“Pese a que su obra es extensa, definitivamente su novelística en El túnel y en Sobre héroes y tumbas es la que creo que marcó a toda una generación, justo por esa mirada existencialista” sostuvo Osorio.

El informe Sábato

Algo de lo que poco se habla de la vida de Sábato es su participación en 1983 como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas en Argentina (Conadep), de la cual surgió el informe Nunca más —también conocido como Informe Sábato— que buscó investigar la desaparición forzada de personas en la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983.

En sus cinco capítulos el informe relata la acción represiva de los militares contra la población civil, sus víctimas, el papel del Poder Judicial en dicho periodo y el respaldo doctrinario a la represión.

“Para los autores que vivieron la dictadura en el Cono Sur, esta fue un asunto que estuvo tremendamente latente. Por ello, creo que como parte de su compromiso político, o por las razones que sea, Sábato asumió ese trabajo (de presidente de la Conadep) y aunque ese informe fue muy discutido, casi nunca se menciona dentro de su legado”, reconoció la docente Osorio.

Disidente de la ciencia

La capacidad de Sábato de abordar varios temas en sus textos no es producto del azar, sino de una sólida formación científica que –para bien del mundo de las letras– dejó en pos de la escritura.

En 1929 Sábato ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata en Argentina y en 1938 ya era doctor en ese campo de la misma institución. Era tan prometedor como científico que ingresó al prestigioso laboratorio Joliot-Curie de París en 1938 y al Instituto Tecnológico Massachussets en 1939.

Sin embargo en su paso por la capital francesa conoció el movimiento surrealista, que le señaló el camino a las letras.

Ernesto Sábato en una imagen de archivo de EL COLOMBIANO.
Ernesto Sábato en una imagen de archivo de EL COLOMBIANO.

“En algún momento él empieza a volverse un disidente de la ciencia, y sobre todo de sus usos (aplicados principalmente a la guerra en ese entonces). Sábato comienza a pensar que el metodo científico y el racionalismo excesivo no eran suficientes para entender algunos problemas humanos que a él le empezaron a interesar”, expresó Mora.

Tras su ruptura con la ciencia, Ernesto Sábato retornó a Argentina en la década del 40 y comenzó a escribir uniendo ciencia, filosofía y existencialismo con su éxito racterístico.

El túnel es definitivamente el texto que toda una generación de jóvenes leímos con pasión. Después de este libro pienso en Sobre héroes y tumbas. Y dentro de este tenemos Informe sobre ciegos, –que se puede leer por sí solo– y que nos pone ante las preguntas existenciales de vida y muerte, bien y mal de forma cruda y descarnada”, señaló Osorio.

Pese a escribir estas novelas que el tiempo les daría el rótulo de universales, Sábato no dejó de hablar de La Pampa y Argentina.

“Por ejemplo en Abaddón el exterminador, es curioso que haya dos personajes en la barra de un bar disertando de fútbol y lo hagan en el habla argentina. Esto demuestra que Sábato no estaba cerrado solamente a escribir en un tono trascendental, sino que también le interesaba el habla popular y la calle”, contó el director Mora.

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