Llevo seis años trabajando en la cafetería de la sede de Nacional en Guarne. Me levanto a las 5:30 de la mañana, entro a trabajar a las 9:00 y salgo a las 8:00 de la noche. Esta ha sido una emocionante historia en los últimos años, porque significó estar al lado de mis ídolos. Ahora espero que esta aventura se extienda hasta el final de mi vida.
Empecé a trabajar con mi mamá cuando comenzó la obra de la sede y nos ganamos el cariño de los ingenieros y los directivos de Nacional quienes nos propusieron quedarnos. No cabíamos de la emoción porque era el sueño de miles de hinchas que quieren estar cerca de su equipo.
Conocer más de cerca a los futbolistas me ha llevado a tenerles un cariño especial y sobre todo a algunos que me han marcado por su forma de ser. Como Gastón Pezutti y Jairo El Viejo Patiño. Personas muy especiales que cuando pasaron por acá se preocupaban mucho por mí, eran muy detallistas y conversadores.
Gracias a mi trabajo conozco algunos secretos de los jugadores, por ejemplo, en la última época Edwin (Cardona) y Sebastián Pérez son los más mecateros. Jugadores que les gusta los antojitos que les hago con cariño. Y es que no solo vendo chucherías. También preparo sanduches y arepas para el desayuno y para los muchachos de las divisiones inferiores.
Al portero Cristian Bonilla también le gustaban mucho mis preparaciones. Atiendo igual a los periodistas y a todas las personas que se acercan a la tienda.
Lo más triste en los últimos años fue la salida de Sachi Escobar. Él es todo un caballero, un hombre súper servicial, pero tengo que decir que la mayoría de gente que ha pasado por acá es muy querida.
* Administradora de la cafetería de Nacional en Guarne