Los resultados que viene logrando Egan Bernal (Team Ineos) en su carrera son impresionantes.
Por solo mencionar lo hecho este año, en el que muchas veces ha hecho el papel de gregario, fue tercero en el Nacional contrarreloj en Villavicencio, cuarto en el Tour Colombia, se adjudicó la París-Niza, tercero en la Vuelta a Cataluña y ayer, luego de superar una fractura de clavícula, triunfó en la Vuelta a Suiza.
Apenas tiene 22 años, pero demuestra una madurez ciclística increíble.
El cundinamarqués se convirtió ayer en el segundo corredor nacional que triunfa en el giro helvético, luego de la conquista que logró en 2016 el boyacense Miguel Ángel López (Astana).
El suegro de este último, el exciclista y entrenador Rafael Acevedo, expresa que quien triunfara en Suiza era un “súper corredor”, señalando que por su terreno montañoso era la prueba más difícil en Europa después del Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España.
Con su nueva victoria, la octava en su palmarés, Egan se ratifica, como lo señalan observadores, una maravilla del pedal. Ya el italiano Gianni Savio, gerente general del equipo Androni, al que llegó Bernal en 2016, había anunciado sobre este corredor que era “la bestia que viene en camino”, agregando que sería “el campeón del futuro”.
Palabras que el entrenador deportivo colombiano Jenaro Leguízamo, quien trabaja temas sicológicos, fisiológicos, de técnica y biomecánica con los deportistas, explicaba mejor. “Egan no solo tiene mentalidad y visión; sus valores físicos son impresionantes. Posee un nivel de oxígeno altísimo, va bien en el ascenso, plano y contrarreloj”.