Luis Carlos Chía fue el último pedalista en ganar una etapa en Colombia antes de que se paralizara el calendario nacional por causa del coronavirus. Se trató de la Clásica de Rionegro.
El Team Onion, al que Chía pertenecía y que estaba integrado por 16 corredores, se vio obligado a retirarse del pelotón nacional. No aguantó y estalló en el inicio de la pandemia.
Dos meses después se entrena y rebusca el sustento diario, en bicicleta, vendiendo fresas por las calles de su natal Soacha. Dice que, si no fuera por las 80 mil matas de fresa que cultivó el año pasado, “no sabría cómo generar dinero”. Y apunta que “es la ventaja de ser organizado y de haber ahorrado”.
Esta situación no la viven todos los ciclistas. Unos pueden contar que se sostienen apretándose el cinturón, pero otros ruegan porque las carreras vuelvan a ser parte de sus vidas.
El país cuenta actualmente con 1.301 ruteros con licencia para correr, 1.141 hombres y 160 mujeres en las distintas categorías como informó la Federación Colombiana de este deporte (Fedeciclismo).
Muchos, como Luis Carlos, no saben qué pasará, en términos deportivos, aunque ya 111 profesionales pueden rodar al aire libre tras la aprobación, por parte del Ministerio del Deporte, del protocolo de bioseguridad que le presentó la Fedeciclismo.
El panorama es similar para integrantes de escuadras de las principales categorías del pedal alrededor del mundo, que rezan para que la pandemia amaine y se cumplan los eventos que fueron rediseñados, entre ellos las tres grandes: Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta España, así como los principales nacionales: Vuelta a Colombia y Clásico RCN.
En el país, de 53 eventos de ciclismo programados para este año, solo se han logrado realizar cinco (circuitos Feria de Manizales y Miguel A. Sanabra, Nacional de Ruta, Tour Colombia y Rionegro); y en el WorldTour, máxima categoría del pedal, había 36 citas y apenas se han disputado cinco. Aún es incierto si las demás se van a poder hacer.
Anhelan las carreras
No solo el Team Onion desapareció, también el Ebsa Energía de Boyacá, que dirigía Rafael Antonio Niño, seis veces campeón de la Vuelta a Colombia.
Y las consecuencias de la actual situación podrían ser mayores ante la falta de competencias en un deporte que depende, en gran medida, de los patrocinios, como lo advierte Jesús Piedrahíta, gerente del elenco Supergiros-Alcaldía de Manizales.
Comenta que si el ciclismo fuera como el fútbol, en el cual las escuadras reciben dinero hasta por derechos de televisión, las cosas serían distintas. Por ahora, el grupo humano de su conjunto, 22 personas, 16 de ellos deportistas, ya empieza a sentir los alcances del receso ciclístico.
“Mediante unos préstamos logramos pagar tres quincenas desde marzo, pues sin carreras tampoco hay desembolso de recursos por parte de los patrocinadores. Ante la falta de dinero, nos vimos en la obligación de suspender los contratos hasta que se reanuden las pruebas; si los cancelábamos el equipo desaparecía”.
Por ahora, la Fedeciclismo dice que el cronograma de actividades se abriría en septiembre. “Con respeto, esa entidad debería hacer una gestión ante la Unión Ciclista Internacional (el máximo organismo de este deporte) para encontrar algún apoyo, como lo ha hecho la Fifa con los clubes de fútbol”, resalta Piedrahíta.
Puede ser un alivio
Hernando Zuluaga, vicepresidente de Fedeciclismo, asegura que trabaja con Minideporte para que los conjuntos puedan lograr alivios económicos, y que hay que entender que esto es un tema de salud pública y debe haber prudencia. “La idea es que las escuadras tengan la posibilidad de acceder a préstamos, por lo menos a dos años, y logren solventarse y pagar contratos”.
En días recientes, el diario francés de L’Equipe publicó que el ciclista eslovaco Peter Sagan es el mejor pagado del lote internacional con un sueldo al año de 5 millones de euros (cerca de 20 mil millones de pesos).
“El promedio de un salario anual en el país, en corredores que son muy exclusivos, puede estar entre 160 y 180 millones de pesos y quien menos gana está en 12, al término de la temporada. Y lo que puede valer una nómina de un elenco continental (los equipos que pertenecen a la última categoría del pedalismo profesional) oscila entre $600 y $1.500 millones al año, pero como no hay carreras, no se puede garantizar tal dinero”, expresa Piedrahíta.
Y se teme por las deudas que generan la falta de pagos, la cancelación de eventos y contratos, así como la desaparición de equipos. También es un riesgo que caiga el nivel deportivo.
¿Habrá giro en ciclismo?
Para Julio Roberto Gómez, gerente del equipo Colnago CM, lo que está pasando golpea las distintas estructuras del pedal y también a las que venían sólidas, montadas en torno a grandes salarios, eventos y presupuestos por el tema de la publicidad.
“Esta situación obligará a volver a la esencia, reducir sueldos, optimizar recursos sin costos elevados ni contrataciones elevadas. Tendrá que hacerse un replanteamiento en nóminas, pero soy optimista y creo que lo fundamental se mantendrá. Habrá empresas sólidas que se van a reorganizar y adaptar, y surgirán con mayor fortaleza para el ciclismo”.
Raúl Mesa, con experiencia de 50 años como entrenador y 21 dirigiendo uno de los elencos más tradicionales del pelotón nacional, el EPM-Scott, expresa que este deporte no desaparecerá pese al drama económico actual.
“Es cierto que nos tiene preocupados a todos. Pero lo importante es que se pueda cumplir el calendario, porque así la publicidad de los medios servirá para que los equipos no se acaben. El ciclismo es el que más triunfos le ha dado a Colombia en el exterior, y en el interior del país ha progresado bastante, esto ayudará para que siga vigente”.
Iniciativa que aplauden
En dos meses de receso, tanto los equipos colombianos como los del extranjero han hallado caminos para entrenar y mostrar sus patrocinadores. Uno de ellos es el ciclismo virtual a través de las distintas aplicaciones de simulador.
La Federación realizó ya su primera clásica, Rigoberto Urán también programa rodadas, el corredor Juan Esteban Arango las viene impulsando desde el año pasado y el Clásico EL COLOMBIANO ya lleva más de un mes promoviéndolas, incluso organizó el Reto Palmas virtual, que se pudo ver por Teleantioquia, la primera trasmisión de un evento de esta índole por televisión. En esa ocasión, el domingo pasado, y como referencia, estuvieron cerca de 450 corredores y en la página web de esta casa editorial el certamen llegó a cerca de 20 mil reproducciones.
“En realidad es muy ganador para los equipos que dependen de sus patrocinadores, pues logran que se visualicen sus marcas”, dice Arango, medallista mundial de pista, quien agrega que estos eventos con rodillos inteligentes han permitido que los pedalistas mantengan su ritmo de cara a las pruebas en carretera, en las que se plantea otro escenario para su retorno.
La ministra de Deporte de Francia, Roxana Maracineanu, señaló recientemente en la emisora RTL de ese país, que mientras no haya una vacuna contra la covid-19, el deporte no puede ser como antes, pero que certámenes masivos sí se podrían hacer con un aforo reducido. Esta decisión haría que se mantenga en pie el Tour y otras pruebas, en las que no habría público en la salida y llegada de cada fracción.
“Ahí es donde los medios juegan un papel fundamental para mantener la expectativa y seguir viendo las carreras”, sostiene Raúl Mesa.
Por ahora, mientras llega la normalidad, Luis Carlos Chía seguirá repartiendo fresas en su caballito de carbono. Situación contraria cuentan varios de sus colegas, como los del Team Supergiros, que se quedarán sin sueldo como lo aseguró Piedrahíta, y ya empiezan a padecer la etapa más dura de sus vidas por cuenta de la falta de su única fuente de ingresos.
“No podemos perder la esperanza. Esperamos que todo se solucione pronto para tener nuevas oportunidades”, relata Chía, de 23 años de edad y aún con sueños por cumplir compitiendo en su bicicleta.