Mañana, cuando se dé inicio a la ronda española, en Torrevieja, Alicante, los ciclistas colombianos comenzarán a rodar cargados de un notorio favoritismo merced a los más recientes triunfos en otras competencias, el más importante de ellos en el Tour de Francia que ganó Egan Bernal recientemente.
Y, además, amenazando con cerrar el círculo de las tres pruebas más grandes del calendario con una victoria para Latinoamérica que sería histórico pues nunca, en un mismo año, ruteros de este continente han vencido en ellas.
Entre los corredores ilustres del país que se batirán hasta el 15 de septiembre, se destacan Nairo Quintana (Movistar), campeón de la prueba en 2016; Esteban Chaves (Mitchelton), tercero ese año; y Miguel Ángel López (Astana), quien ocupó esa misma posición en 2018. Además actuarán otros que vienen rodando bien y sorprendiendo con resultados como Rigoberto Urán, Daniel Martínez y Sergio Higuita, todos del equipo EF Education.
Dos años atrás, el francés Bernard Hinault, uno de los mejores pedalistas de la historia, hizo la siguiente aseveración en charla con EL COLOMBIANO: “El ciclismo suramericano, sobre todo el colombiano, dominará en el futuro la escena mundial. Tiene buenos procesos, talentos, sus representantes gozan de respeto y experiencia, y ahora no solo se defienden en la montaña sino también en los diferentes terrenos, fundamental para sobresalir en Europa”.
Sorprende que el pronóstico de este ícono del deporte, ganador de diez grandes rondas (cinco tours de Francia, tres giros de Italia y dos vueltas a España), se esté cumpliendo tan rápido, como se ha visto reflejado en la temporada con la conquista del ecuatoriano, formado en Colombia, Richard Carapaz (Movistar) en el Giro y la del cundinamarqués Egan Bernal (Team Ineos), en el Tour.
¿Continuará esa superioridad en la Vuelta a España? Sería la primera vez que Suramérica reine, el mismo año, en las tres pruebas.
Gran Bretaña es el único país en lograrlo. Fue en 2018 con las victorias de Chris Froome en Italia, Geraint Thomas, en Francia y Simon Yates, en España. Los expertos explican las razones para soñar con otro triunfo en España, luego de los alcanzados por Luis Alberto Herrera en 1987 y Nairo Quintana hace tres años.
Un recorrido al antojo
En esta edición y fiel a su característica, la carrera tendrá alta dosis de montaña, en la cual los colombianos tienen notable rendimiento pues desde jóvenes se entrenan en la altura. Es más, muchos de ellos nacen en ciudades que superan los 2.000 metros sobre el nivel del mar, como Nairo y Miguel López, en Boyacá, y Sergio Henao, en Rionegro.
“Ese es como nuestro hábitat natural; la topografía de España se asemeja a la nuestra, por eso nos va tan bien”, anota el excorredor boyacense Oliverio Rincón, cuarto en la Vuelta a España de 1993 y ganador de dos etapas, una ese año y otra en 1996.
La prueba, con una distancia total de 3.272 kilómetros, repartidos en 21 etapas y una distancia parecida a la de años anteriores, tendrá siete jornadas de alta montaña y ocho finales en ascenso (ver recorrido).
“Los puertos son más cortos y empinados que otras citas de importancia, lo que permite que nuestros representantes se puedan destacar mejor”, agregó Rincón.
Clima más benévolo
El exciclista Santiago Botero, ganador de tres fracciones allí (dos en 2001 y una en 2002) menciona varios factores que juegan a favor de los colombianos: “El clima es más cálido, en el Giro hace mucho frío y en el Tour, la temperatura es demasiado alta”.
El antioqueño, que tomó la partida en seis Vueltas, teniendo como mejor resultado el puesto 18 en 2001, resalta que las contrarreloj no son tan largas (18 kilómetros por equipos y 36 en individual), y que hay fracciones más cortas, pero sí explosivas y con rampas duras que generan espectáculo. “Todo ello nos ayuda porque el europeo es de más fondo y se destaca en las cronos”.
Fabio Parra, subcampeón en la cita de 1989, agrega que el buen nivel con que se llegue es vital. “Muchos del lote internacional que estuvieron en el Giro o Tour no acuden a España, pero algunos compatriotas sí. Esa buena forma física la han sabido aprovechar”.
Por ejemplo, en la Vuelta que ganó Nairo, este acababa de venir del Tour, en el que se subió al tercer escalón del podio. Y Miguel Ángel López, por su parte, se ubicó 3° en el Giro, lugar que repitió meses después en España.
“La experiencia que ya tienen en ese continente les conviene. Es más, casi todos llegan primero a España. Fue en esa nación donde empezamos a cosechar los grandes resultados. Entonces nos adaptamos mejor, se habla el mismo idioma, nos hacemos entender, y esas cosas van marcando la diferencia”, agrega Parra.
En la prueba española les ha ido bien a los nuestros (ver antecedentes). Desde 1974, cuando comenzaron a participar en ella, con Giovanni Jiménez, han conseguido dos títulos y 33 victorias de etapa. Diferente al Tour, que desde 1975 con Martín Cochise Rodríguez, suma una conquista y 20 triunfos en jornadas; así como en el Giro, en el que se empezó a rodar también con Cochise en 1973, y en el que se ha logrado una corona y 29 festejos de fracción