viernes
7 y 9
7 y 9
Cuando Mario Rivera cruzó la meta en el primer lugar, de inmediato fue abrazado por su compañera inseparable, su esposa Marta López. Luego, en medio de los aplausos, cogió el celular, se sacó fotos con la camiseta de campeón y las empezó a compartir, vía WhatsApp, con allegados y amigos.
“Es que vale la pena hacerlo, esto no solo se convierte en una alegría para uno sino también en inspiración para que otros se animen a hacer deporte”. Así indicó Mario, quien ayer logró su quinto título rutero en el Clásico de ciclismo EL COLOMBIANO, certamen en el que es, además, el único corredor en estar presente en las 46 ediciones disputadas.
“Es una dicha decir que siempre he hecho parte del evento, vamos a ver hasta cuándo Dios me da vida para seguir participando”, señaló el pedalista de 72 años, que, tras ganar, el domingo, en la primera etapa, entre Copacabana y Barbosa, volvió a imponerse ayer en el critérium en Medellín.
El administrador de empresas superó en la general de la Máster E (70 y más años) por 16 segundos a José Ochoa y por 29 a Javier Henao.
Hasta 2018 tres ciclistas tenían el récord de mayor presencia en el certamen. Los otros dos eran José Sanín y Álvaro Vásquez, ausente ahora por recomendación médica.
“Gloria a Dios por darme salud para seguir actuando. Es que en tantos años puede pasar cualquier cosa. Imagínese que en el Clásico 30 me caí en la semana previa. Me quebré la nariz y me partí la cara por todas partes, hasta me hospitalizaron. Sin embargo, me levanté de la cama y logré correr; quedé séptimo”, recordó Mario, ganador de la primera carrera en 1974. También venció en 2005, 2017 y 2018.
“El hecho de participar ya es una alegría, pues hay muchas personas detrás de esto, quienes hacen parte de instituciones que se benefician con la plata que se les reparte gracias a las inscripciones. Entonces ayudar, mientras se pedalea, me genera también orgullo, por eso hablo con los amigos, porque competir es una berraquera”, agregó el flamante campeón.