La hora de la verdad llegó para Nairo Quintana en el Tour de Francia.
Aunque su segundo puesto en la general es para admirar, el colombiano confiesa que no se rinde en su afán por luchar por el primer lugar de la clasificación, liderada por el británico Chris Froome (Sky).
Ayer, luego de llegar sin contratiempos a la meta en St-Jean-de-Maurienne, donde su compatriota y compañero del Movistar Winner Anacona tuvo una destacada actuación al arribar tercero, Quintana aseguró a la agencia EFE que hoy “empieza el terreno para atacar” a Froome, quien lo aventaja por 3.10 minutos.
“Mañana -hoy- ya hay puertos duros, es un día con mucho desnivel y esperamos que a Froome le pase factura y que no me suceda a mí”, dijo el boyacense, al añadir que esperaba con ansias las dos fracciones finales en los Alpes, en las que ya había hecho un reconocimiento previo al Tour.
Además consideró un signo positivo que Froome no respondiera a uno de sus ataques en el ascenso al Glandon ayer, de categoría especial.
“Son mensajes que juegan a mi favor y a mi moral. Tuve que levantar el pie porque Alejandro Valverde pasó una pequeña crisis en ese momento y la meta estaba muy lejos, las etapas que vienen son diferentes”, sentenció.
Froome, por su parte, se mostró tranquilo: “los dos ciclistas del Movistar me atacan, pero con Thomas en la cuarta posición de la general es el escenario soñado para nosotros. Esa amenaza sobre los ciclistas que quieren subir al podio, les obliga a economizar energía, porque si se juegan el todo por el todo pueden perderlo. Estamos concentrados exclusivamente en Quintana y Valverde. Si uno de los que están detrás suyo ataca son ellos los que tienen que reaccionar”, aseguró.
Su compañero, Geraint Thomas, cuarto de la general, aseguró que lo más importante a la hora de defender el maillot amarillo de Froome es “que no cunda el pánico cuando nos atacan”.