Rigoberto Urán es apreciado por sus dotes de ciclista pero también por el don de gentes, combinación que genera gusto, admiración y respeto entre sus seguidores.
“Lo conocí muy joven y a pesar de haber escalado tan alto no cambia, eso lo hace diferente”, dice César Agudelo, practicante de ajedrez y quien se gana la vida pegando piedra en fachadas e interiores de casas.
“Cada vez que él llegaba de Urrao a Niquía, Camacol, donde vive su tía Eunice, bajaba de un taxi una bicicleta desarmada, no tan buena como la de ahora, y siempre mostraba su calidad al saludar y compartir con los vecinos; ahora llega en carros lujosos y su forma de ser es igual. En Urrao, Medellín o Italia, la humildad de él es para aplaudir”, agrega Agudelo.
Jader Orlas, entrenador de patinaje en el Inder Medellín, expresa que a Rigoberto jamás se le ha olvidado la esencia de un deportista: “luchar hasta que su cuerpo y mente lo permitan, sin permitir que la fama opaque el talento”.
“La cabeza fuerte que tiene y sus condiciones le han permitido llegar lejos”, dice Orlas.
En Antioquia, Urán, quien competirá esta temporada con el Cannondale, se entrenó en los últimos meses para encarar una temporada que pinta mejor para él. Habló de sus retos deportivos, como Giro de Italia y Juegos Olímpicos de Río, así como de su forma de ser, la cual lo convierte en uno de los atletas más admirados y, por ende, mediáticos del mundo deportivo.
Dicen que Urán sigue siendo el mismo con o sin fama, ¿cómo hace para mantener a sus seguidores contentos y orgullosos de usted?
“Realmente uno aprende a ser persona con valores, sin importar qué tienes o no tienes. He vivido muchas cosas buenas y difíciles y gracias a Dios me sirvieron para madurar y valorar a los seres queridos. Me gusta servir a los demás, y eso es lo que vale la pena. Los lujos verdaderamente no sirven para nada”.
¿De dónde saca tiempo para compartir con las personas en redes sociales?
“Es fácil en mí, porque me gusta compartir y enviarle información a la gente, tengo mucha que me sigue, me dan energía para seguir firme en este deporte”.
¿Está tranquilo en el equipo que lo contrató?
“Sí, demasiado. Sentí respaldo de inmediato. Me dijeron que no les importaba que quedara de último en las demás carreras si ganaba el Giro. El mensaje fue directo. Están totalmente concentrados en mí. Es muy fuerte, sobre todo en la montaña. Al principio de 2015, con la anterior escuadra -Etixx-, no tuvimos buen desempeño, pero estábamos preparados. Este es un deporte de insistir, trabajar, de mucha pasión. Este año pienso que tenemos todo esto, además de salud y voy a ir mucho mejor”.
¿Se puede soñar con otra medalla olímpica en Río?
“Claro que sí, ya tengo mucha experiencia, estos serán mis terceros Juegos y sé que podemos ganar más que una plata. Tenemos un equipo fuerte, el recorrido tiene mucha montaña, ascenso, y nos favorece, hay una gran oportunidad”.
Ya ha sido dos veces subcampeón del Giro, ¿se sigue ilusionando con el primer lugar tras una pasada campaña en la que no le salieron las cosas tan bien?
“Por supuesto, el día que no me ilusione no participaré en una carrera. Tengo muchos deseos y espero ganar el Giro este año. Obviamente no es fácil, será complicado, pero para eso nos estamos preparando. Cuento con el apoyo del equipo”.