En sus primeros pasos en la Copa Libertadores, Independiente del Valle llevaba apenas unos 600 hinchas a su estadio, todos de la pequeña población de Sangolquí, sede del club a unos 40 minutos de Quito.
Cinco meses después, y tras ingresar a la fase de grupos con un agónico triunfo frente a Guaraní de Paraguay en la última etapa preliminar, el equipo que lleva apenas seis años en la primera división está instalado en la final. Y nada menos que a costa de un gigante como Boca Juniors.
Ni los seguidores más recalcitrantes hubiesen soñado ver a Independiente del Valle en esta instancia del principal torneo de clubes de Latinoamérica, más aún cuando dejaron en el camino a equipos como Atlético Mineiro, Colo Colo, al último campeón de la Libertadores, River Plate, Pumas de México, y finalmente a Boca en las semifinales.
El conjunto ecuatoriano selló la clasificación con un triunfo 3-2 en el estadio La Bombonera, un escenario difícil hasta para oponentes de gran tradición. Ahora disputará la final contra Atlético Nacional la próxima semana.
Un club con buen corazón
Por regulaciones de la Conmebol, tras su clasificación a la fase de grupos tuvo que mudarse de su estadio de Sangolquí, con capacidad para 7.500 personas, al estadio Atahualpa de Quito, donde caben 40.000 espectadores.
El estadio tuvo lleno total para todos los partidos desde que los dirigentes del club decidieron donar los ingresos de la taquilla a los damnificados del terremoto que afectó la costa central de Ecuador en abril.
Independiente del Valle llegó a la primera categoría del fútbol ecuatoriano en la temporada del 2010, y empezó a llamar la atención en 2012 con el arribo del técnico uruguayo Pablo Repetto, que un año después lo llevó al subcampeonato de la liga.
Con un plantel joven (23 años su promedio de edad) y veloz, en su mayoría producto de su cantera, Independiente del Valle disputó la Copa Suramericana de 2013, y en 2014 y 2015 la Libertadores, aunque sin mayor éxito.
Desató la euforia
Tras el pitazo final que marcaba el triunfo 3-2 sobre Boca Juniors, la población de Sangolquí estalló en una fiesta que se prolongó hasta la mañana del viernes, matizada con fuegos artificiales, música y baile.
El mismo presidente Rafael Correa, tras el penal que atajó el portero Librado Azcona, escribió en su cuenta de Twitter “Azcona presidenteííí”, mientras que el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, aseveró “qué gran juego, que gran equipo, Independiente nos estás dando un gran regalo con tu triunfo ante Boca”.
El diario La Hora, en su portada tituló “histórico bombonerazo”, mientras que Expreso señaló “Ecuador se vistió de fiesta” y El Comercio reseñó “Independiente se vistió de gloria en La Bombonera”.