A la Selección Colombia sub-23 le prepararon todo el escenario para buscar su clasificación a Tokio-2020, pero hoy, cuando se cierra el torneo Preolímpico en Bucaramanga, el panorama luce complicado: tiene que ganarle a Uruguay y esperar que el resultado entre Argentina y Brasil la favorezca. Un juego de naipes que pudo evitarse, aunque en el interior del grupo aún se respira optimismo.
“Vamos a salir por el triunfo y confiamos en que los resultados se darán”, comentó el volante Nicolás Benedetti.
Como era de esperarse, la Federación, luego de conseguir que el torneo se realizara en Armenia, Pereira y Bucaramanga (¿por qué no Barranquilla?, “la casa de la Selección”), le brindó todas las garantías en la preparación, con ocho partidos amistosos frente a selecciones suramericanas, y uno con Japón.
Si bien el balance fue más negativo que positivo (2 triunfos, un empate y 5 derrotas), el respaldo al técnico Arturo Reyes, a quien algunos periodistas tuvieron la osadía de pedir para el seleccionado de mayores, fue irrestricto.
El comienzo en el Preolímpico no fue bueno: derrota 1-2 con Argentina. Luego levantó cabeza al vencer a Ecuador (4-0) y a Venezuela (2-1), pero cerró con dificultades frente a Chile (0-0). El rendimiento en esa fase fue del 58,3 por ciento.
El avance al cuadrangular se logró por gol diferencia (4 por 2) sobre Chile, conjunto que hizo los mismos 7 puntos, 5 menos que Argentina que pasó como líder del Grupo A.
La recta final
El despegue en la fase final, con un meritorio 1-1 frente al archifavorito Brasil, ilusionó a la fanaticada que notó progresos en el fútbol de la Sub-23.
Siguió con Argentina, a la que puso en aprietos en la etapa inicial, pero de nuevo desnudó falta de definición (un problema en todo el proceso) y perdió por 2-1, resultado que les dio el título anticipado a los albicelestes y la primera casilla, de las dos en juego, para los Olímpicos.
Así las cosas, el conjunto Tricolor dejó escapar la oportunidad de llegar sin afugias al duelo de esta tarde (6:00 p.m.) ante Uruguay.
Sumar solo un punto de seis disputados en esta ronda es muy poco para un elenco que, aparte de la localía y el aliento del público, tuvo un calendario generoso. Pero esa es la realidad que hoy enfrenta el equipo tricolor.
Para volver asistir a otra Olimpiada, como sucedió el Río de Janeiro-2016 bajo la orientación de Carlos “Piscis” Restrepo, tendrá que derrotar a Uruguay, elenco que también tiene un punto y, obviamente, confía en ganar y que Brasil pierda o iguale con Argentina para clasificar.
Un empate con los charrúas elimina a Colombia, independiente de lo que pase en el duelo de fondo, pues este elenco lo supera en la tabla porque si bien ambos aparecen con -1 en la diferencia de gol, la Celeste ha marcado 3 tantos y Colombia 2 en el cuadrangular final.
Esta probabilidad solo tendría validez si Argentina supera a Brasil (8:30 p.m.), que tercearía en esta definición por diferencia de goles (tiene +2).
Si los dirigidos por Reyes caen y Brasil sale vencedor, este se quedaría con el segundo cupo a Tokio.
Así está el panorama en el que hay que tener en cuenta que, además de su calidad, Brasil está invicto (ganó los 4 partidos en fase de grupos) y enfrentará a un rival con la tarea hecha, relajado y diezmado, pues algunos clubes solicitaron el regreso anticipado de sus jugadores. Pero en Colombia una luz de esperanza está encendida.