Poseen conocimiento, trayectoria y un respeto adquirido gracias a los importantes resultados obtenidos en épocas atrás, un privilegio que abre puertas, ¿pero vale la pena dar el paso para brindarse otras oportunidades más allá de que el prestigio ganado esté en juego?
Esta pregunta surge tras el despido del técnico Francisco Maturana del Royal Pari, equipo de fútbol boliviano al que no logró clasificar a ningún torneo internacional para 2020, lo cual aceleró su salida.
De 13 partidos que dirigió en suelo boliviano, Pacho, quien logró con Atlético Nacional el título de la Copa Libertadores en 1989 y le entregó al país la primera y única Copa América en 2001, ganó tres, empató en dos y perdió ocho.
A sus 70 años de edad ha dirigido 16 equipos, entre ellos las selecciones de su país, Ecuador, Perú, Costa Rica y Trinidad y Tobago.
El timonel tardó dos años para volver a dirigir un club, luego de hacerlo con Once Caldas en 2017.
Adriana García, sicóloga de Indeportes Antioquia, dice que este tema no se trata de darse segundas oportunidades sino de aprovechar el conocimiento que se tiene.
“Es que si hay ganas, y se tiene el conocimiento y experiencia vale la pena seguir, es más, enriquece a quien lo reciba. Los resultados de un equipo no dependen de una sola persona para resolver los problemas, sino de sintalidad, que define la personalidad del grupo. A Maturana, en otras épocas, le tocó escuadras que poseían ese carácter para salir adelante, pero quizá en otros, en los que exigen metas inmediatas, no lo ha encontrado. Volver no garantiza el éxito y se requiere de procesos”.
En ese sentido, hay otros casos de referentes que han dirigido, salen pronto de estos equipos por las discretas actuaciones pero siguen firmes en su vocación, como Claudio Ranieri (hoy con Sampdoria), Héctor Cúper (Uzbekistán), Gregorio Manzano (estuvo al frente del Guizhou hasta 2017), Diego Maradona (Gimnasia) y muchos más.
“Todo es de procesos, y de estar a la vanguardia tras los cambios que se presentan en la actualidad”, agrega la especialista García.