Durante la Eliminatoria suramericana al Mundial de Rusia-2018, mucho se especuló sobre el nivel de la Selección Colombia por cuenta de los cambios de jugadores en algunas posiciones.
Tras el cierre de un ciclo exitoso en el Mundial Brasil-2014, con jugadores como Faryd Mondragón, Mario Alberto Yepes, Pablo Armero, Camilo Zúñiga, Freddy Guarín y Elkin Soto, entre otros, que tuvieron notable aporte en el regreso de la Tricolor a una Copa Mundo tras 16 años de ausencia, se inició un proceso de recambio que, a 54 días de la nueva cita, no ha culminado.
En el camino a Rusia, el sexto Mundial en el que Colombia hará presencia, el seleccionador José Pekerman convocó 59 futbolistas (6 arqueros, 18 defensas, 17 volantes y 18 delanteros), muchos con una sola concentración y otros que nunca tuvieron minutos en cancha, cifra que denota lo difícil que fue consolidar una base, por lo que el cuerpo técnico tuvo que ensayar hasta encontrar a varias figuras que se afianzaron en sus posiciones.
Es el caso de los defensores Yerry Mina y Dávinson Sánchez, dos de los jugadores más jóvenes en la Selección (ver uno por uno) que se consolidaron como la pareja de centrales.
“En esa línea hay un cambio exitoso. Arias (Santiago) viene de ser relevo de Camilo Zúñiga desde el Mundial de Brasil, Fabra (Frank) llegó en la reciente clasificatoria por el otro costado. Y en los centrales el relevo es evidente con Mina y Dávinson; ha sido un proceso natural”, explica el técnico Hugo Gallego. Sin embargo, para él, la preocupación de recambio pasa por posiciones como la del portero y el volante creativo.
“Entre los arqueros suplentes de la Selección no hay una figura del mismo nivel de David Ospina. Pero el problema va más allá, solo hay que mirar el fútbol colombiano, en el que la mayoría de guardametas son extranjeros”, comenta Gallego.
Lo contrario opina Óscar Héctor Quintabani, exarquero y entrenador, que aunque coincide en que no hay un portero del mismo bagaje que Ospina, uno de sus suplentes, José Fernando Cuadrado, muestra cualidades. No obstante, no sería considerado un relevo generacional, pues Cuadrado (32 años) supera en edad al titular (29).
En cuanto al creativo, Gallego considera que en el relevo no existe una figura que se adapte a la tarea de distribuir el juego y brindar el espectáculo que la Selección requiere.
“En esa posición, hasta ahora, no hay nada. En Colombia no se elabora juego. El fútbol del equipo es fuerte, potente, muy físico, dinámico y veloz, pero no hay nadie que piense, que arme. Este punto es preocupante”.
Además de encontrar los sustitutos naturales por líneas, hay otros factores que también influyen en la renovación del conjunto nacional.