Por la entrega en la cancha, por su rendimiento deportivo con el que aporta equilibrio y goles, pero especialmente por el sentido de pertenencia que refleja al defender la camiseta roja, John Édison Hernández es hoy ídolo del Medellín.
Cuando el hincha escarlata ve en la cancha al popular Goma de inmediato evoca figuras del pasado que dejaron huella en esta institución de 101 años de historia. Y aparecen en la mente Héctor Canocho Echeverri, Ponciano Castro, John Wílmar la Pelusa Pérez, Óscar Pareja, Roberto Carlos Cortés y John Javier Choronta Restrepo, entre otros.
La lista no es muy amplia y máxime en las últimas décadas en las que la mentalidad del jugador colombiano ha cambiado tanto. Y es que crecer amando una divisa y tener el privilegio de actuar con ella en la rama profesional es de pocos.
Cuando Goma habla del DIM sus ojos se iluminan, llegar allí le costó muchas batallas. Después de probarse en las divisiones menores sin mucho respaldo, emprendió la carrera por el Bajo Cauca en el 2012, luego pasó a Rionegro, Real Cartagena y Envigado, hasta que Hernán Darío Bolillo Gómez le abrió las puertas del Poderoso y se hizo rojo, cumplió su sueño.
La primera vez
John Édison no recuerda qué edad tenía cuando su padre lo llevó por primera vez al estadio a ver al Medellín. Se ubicaron en Oriental y confiesa que disfrutó mucho, como lo hizo en otras ocasiones en norte y occidental.
“Nací para el fútbol, precisamente mi madre me decía esta semana que a mí solo me gustaba el balón, vivo para esto y mejor que es en el Medellín”.
Cuenta que en el partido pasado frente a Águilas lo abordó Choronta Restrepo y le recomendó que corrigiera ciertos detalles. “Me dijo que yo era un gran jugador, eso me motivó mucho, se me vinieron a la mente las jornadas en las que yo me sentaba en la tribuna a mirarlo y le pedía a Dios que pudiera emular todo lo que él hacía con el DIM”.
Esas frases sinceras de quien es ídolo de los aficionados, a pesar de que ahora juegue para otro club, precisamente el rival de esta tarde, le llegaron al corazón. “Me hizo sentir muy bien y más por tratarse de un futbolista fenomenal. Pero hay que tener tranquilidad y manejar bien estas situaciones”.
Como hincha no era de los que guardaba banderas u objetos alusivos a su equipo. Ahora como profesional lo único que conserva son las camisetas de los elencos en los que ha actuado, con mayoría del Medellín.
Su presente con los rojos es el mejor de su carrera. A los 28 años alcanzó la madurez personal y futbolística, y se ilusiona con alcanzar el título. También, con seguir escalando y emigrar el balompié internacional para asegurar el futuro económico de su familia, como lo han hecho cientos de jugadores criollos.
“Lo de este semestre ha sido grandioso, lo disfruto al máximo y veo un equipo fuerte para lo que viene. Estamos visualizando la final, aún falta, pero somos optimistas”.
Los días transcurren para Goma Hernández en medio de la felicidad. Confiesa que es un momento “único y fenomenal”. Que lo está disfrutando al máximo luego de prepararse para ello. Y lo que más destaca es la unión del grupo, la camaradería. “En el Medellín todos somos un solo cuerpo, somos uno y eso ha sido lo más importante para lograr este objetivo”.