La ley del ex”, como se ha denominado entre los seguidores del fútbol el hecho de que un jugador le haga un gol o derrote al equipo por el que pasó, se volverá a ver reflejada en la final de la Liga 1-2022, en la que Nacional y Tolima pugnan por el título.
En el partido de vuelta de este domingo (7:00 p.m.), en el Manuel Murillo Toro, estarían en el campo siete jugadores que han vestido la camiseta de ambas instituciones.
Lo anterior ya se hizo visible en el partido de ida, en el Atanasio Girardot, donde el conjunto verde logró el empate parcial (1-1) con anotación de Danovis Banguero, quien le devolvió al equipo la tranquilidad para irse al descanso y en el segundo tiempo tomar la ventaja con el golazo de Yerson Candelo, al que se le sumó en el epílogo del compromiso el tanto de Andrés Andrade, que también vistió la vinotinto previo a su salida hacia el fútbol mexicano y el miércoles fue el encargado de poner el 3-1 definitivo.
Paradójicamente, Banguero fue quien anotó en 2018 el gol que le dio el triunfo a Tolima (2-1) en el Atanasio, que obligó a la definición desde el punto penal, en la que el representativo de Ibagué se impuso (2-4) y fue campeón.
Además de Banguero y El Rifle, también han vestido ambas camisetas Michael Rangel, Jeison Lucumí, Andrés Ibargüen, Brayan Rovira y Jonathan Marulanda. Los cinco últimos tienen pasado en el equipo paisa y hoy defienden los intereses del elenco que dirige Hernán Torres, que tendrá que ganar en su estadio por lo menos por dos goles de diferencia para igualar la serie, o por tres si quiere dar la vuelta olímpica sin llegar a la definición desde los 11 metros.
“Motivación especial”
Quienes han tenido la oportunidad de estar en un campo de juego reconocen que se siente una motivación especial enfrentar a un equipo por el que se pasó. El exfutbolista Iván Vélez dice que ese sentimiento es aún más fuerte “cuando uno ha durado cierto tiempo en una institución, porque cuando se enfrenta a los amigos nunca quiere perder, es una sensación que se experimenta desde niño”.
Vélez recordó una experiencia que lo marcó: “Jugamos en la fase semifinal un partido América-Junior y tuvimos la oportunidad de eliminar a los tiburones. Fue un juego súper especial porque cuando yo tomaba la pelota había chiflidos”.
Otros futbolistas coinciden en que, en muchos casos, el conocimiento que se tiene sobre el rival suele ser determinante en el campo de juego.