Ayer tras la práctica del DIM en la cancha de Pilsen, el técnico Leonel Álvarez recibió un reto al cual no se pudo negar: un “picaíto” ante cinco rivales, quienes superando las zonas de acceso restringido, llegaron hasta donde se encontraba el entrenador y con pelota en mano lo invitaron a jugar.
Ahí, Leonel, en medio de risas y sin poderse negar al reto, no dudó en aceptar el ofrecimiento de los pequeños que no superan los 7 años.
Tras lanzar la pelota al campo, técnico y niños emprendieron una carrera en busca del balón e iniciar así el “partido”.
Animados y felices por la posibilidad de compartir con el timonel escarlata, los pequeños Tomás Moscoso, Juan Andrés y Nicolás Obando y los gemelos Juan José y Santiago Vera emprendieron la tarea de derrotar a Leonel.
Y mientras el grupo y los periodistas se retiraban del escenario, el técnico del rojo, a quien con la victoria ante Once Caldas le volvió la sonrisa al rostro, disfrutó con los menores de la Escuela Pilsen y Malta Cervunión, quienes van a la sede del Poderoso para recibir algunas clases de Educación Física, tal y como lo confirmó el profesor Juan David Medina.
Sin importar si son hinchas del rojo o del verde, los niños que cursan el nivel escolar no quisieron perder la oportunidad de compartir, con quien ven por la televisión en cada partido del DIM.
Medina explicó que los chicos reciben unas recomendaciones básicas siempre que van a la sede, ya que saben que no deben interrumpir el trabajo del equipo, pero debido a la amabilidad que Leonel y los jugadores les muestran siempre acuden a saludarlos y darles un abrazo. Claro que ayer fueron más allá y retaron al entrenador.
Buena recarga de energía para Leonel, quien dijo haber terminado exhausto. “Esos niños tienen mucha cuerda”, dijo antes de salir rumbo a la concentración, donde estará con el grupo para esta noche medirse al Chicó con la ilusión de lograr la clasificación.
