Aunque el 30 de agosto es la fecha establecida en la pasada Asamblea de la Dimayor para retomar la actividad de la Liga, se mantiene la incertidumbre, no solo por cómo evolucione la pandemia, sino también porque los clubes plantearon reactivarla en varias ciudades algo con lo que no coincide el Gobierno.
En una intervención que el ministro del Deporte, Ernesto Lucena, tuvo ante el Senado a través de una reunión virtual, indicó que es complicado pensar en que se juegue en todo el país.
“Eso lo veo difícil. Que de aquí a un mes vayamos a tener esa aprobación no solo del Gobierno, sino de los alcaldes municipales diciendo que se pueden tener esos vuelos de un lado a otro y que cada equipo pueda tener su sede”.
Lucena, más bien sugirió hacer algo parecido a lo de la NBA en Estados Unidos. “Hay que mirar cómo podemos encapsularlos (a los equipos) en una misma región cercana donde la curva epidemiológica no esté muy alta y podamos desarrollar un torneo con muchísima calma, con todos los protocolos y sin tener a los jugadores viajando”, aseguró.
Posiciones encontradas
Frente a este tema hay posiciones encontradas como la del presidente de la Equidad, Carlos Zuluaga, quien calificó la opción de sede única como casi imposible, entre otros aspectos por el escepticismo de que una sola ciudad pueda realizar toda la cantidad de partidos y albergar a cerca de 1.000 personas involucradas directamente con el juego.
Para algunos jugadores tampoco es ideal estar lejos de sus familias y más durante la pandemia. Como por ejemplo el capitán del Medellín, Andrés Ricaurte, quien manifiesta que sería una situación incómoda. “Eso alejaría a los futbolistas de sus familias y en un momento en el que la unión con ellos es demasiado importante para todos”.
En ese orden de ideas, si se define una sola región, una cantidad importante de futbolistas que no viva allí tendrían que estar lejos de casa durante, al menos, dos meses. Lo cual tendría, probablemente, un impacto sicológico.