Las calles del barrio El Salado, en la comuna 13 de Medellín, vieron crecer a Juan Pablo Moreno Mosquera, un muchacho de 1,97 metros de estatura y 98 kilos de peso que acaba de consagrarse campeón de la Superliga brasileña de voleibol con el Cruzeiro de Belo Horizonte.
Este joven de 17 años aguarda por estos días las indicaciones del club para regresar al sur del continente a seguir forjando su futuro. Mientras tanto, entrena con la Selección Antioquia y realiza otras actividades físicas por su cuenta, pues quiere mantener una buena forma.
Juan Pablo, de sonrisa blanca y tímida, surgió para el voleibol en las Escuelas Populares del Inder. Su talento sirvió para que el profesor Jairo Ríos, vinculado al Colegio Salazar y Herrera, gestionara con los directivos una beca y lo llevó a sus aulas y al semillero del que han surgido otras figuras para este deporte.
“Juan es un muchacho tranquilo, respetuoso y muy casero”. Así describe Claudia Milena Mosquera, estilista de oficio, al mayor de sus hijos (la menor es Paula, de 11 años), a los que levantó con esfuerzo.
Así como ella, Juan Pablo tiene la convicción de que llegará lejos en el voleibol. Por eso el proceso que lleva a cabo en Brasil lo asume con mucha responsabilidad.
“Asumo esta etapa como otro período de formación, para luego irme a las ligas de Europa y el Medio Oriente. Quiero vivir del voleibol y, de paso, ayudarle a mi familia”, señala este jugador que desde su infancia tuvo como referente a Alexánder Moreno, el urabaense que ha triunfando en Argentina, y con el que espera compartir en los próximos Juegos Nacionales. Él será uno de los juveniles del seleccionado blanco y verde.