Antes de que el mundo del deporte se detuviera por la pandemia de la covid-19, cientos de disciplinas apenas comenzaban sus calendarios, supeditados a la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio y otros eventos que se realizarían a mediados de este año.
La exigencia, que no dejaba de ser alta, lo era mucho más por la presión de lograr un cupo a las Olimpiadas y, claro está, por ser el número uno en su deporte.
Sin embargo, la emergencia sanitaria hizo que el panorama cambiara, los torneos se cancelaran y que la competencia por ser el mejor tomara una pausa.
Por eso, diferentes federaciones internacionales, que mes a mes actualizaban sus escalafones para evaluar y destacar el nivel de los atletas, los dejaron suspendidos. Algunas como la World Athletics (antes conocido como Federación Internacional de Atletismo), la Union Ciclista Internacional (UCI), la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) o la Fifa, congelaron los ranquins desde el 31 de marzo y hasta cuando se reanude la actividad, por lo que varios deportistas disfrutarán de un liderato más largo e inusual.
Para Jairo Piñeros, psicólogo del Ministerio del Deporte, esta medida, aunque buena, es contraproducente para quienes son catalogados como los mejores, pues cuando se reanude la actividad deportiva tendrán el doble de presión, pues deberán recuperar su estado físico y mantener su posición de privilegio.
“Hay que tener cuidado con cuánto se pueden exigir ellos mismos para evitar frustraciones y en el tema físico lesiones”, explica el psicólogo.
Para el entrenador Jorge Wilson Jaramillo, de la Selección Antioquia de BMX, este receso y que los ranquins estén suspendidos, son positivos para deportistas como su pupila Mariana Pajón, quien venía mejorando su nivel tras una fuerte lesión (ligamento cruzado) para recuperar las posiciones de privilegio en las que por varios años ha estado.
“En estos momentos todos están en las mismas condiciones, entonces, cuando se vuelva a competencia, factores como la experiencia van a pesar más”, dice el entrenador.
En ese mismo sentido opinó esta semana el ciclista Nairo Quintana, quien afirmó que este “parón” puede beneficiar más a pedalistas como Chris Froome o Rigoberto Urán, quienes se estaban preparando para volver a competir.
“Para los que han tenido lesiones es un gran alivio porque ya están a la par de nosotros y van a salir con el mismo estado de forma. Es positivo para ellos pero un poco negativo para los que veníamos con un buen arranque”, comentó el corredor del Arkéa en diálogo con Fedeciclismo.
En el ámbito local, también podrá ser positivo para que representantes colombianos vuelvan a ser líderes, como el caso de la pentacampeona mundial Sara López, segunda en el ranquin mundial de arco compuesto, solo superada por la estadounidense Alexis Ruiz, o para el actual campeón del Tour de Francia, Egan Bernal, cuarto en el escalafón UCI de ciclismo de ruta, por debajo de Primoz Roglic (Eslovenia), Jakob Fuglsang (Dinamarca) y Julian Alaphilippe (Francia).
Los tenistas Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, por su parte, siguen encabezando el ranquin mundial de dobles, pese a haber competido juntos en apenas dos eventos este año (ATP 500 de Río y Acapulco) por la suspensión temporal de Farah. Ellos tendrán el duro reto de seguir siendo los mejores cuando los escenarios deportivos vuelvan a abrirse y el publico pueda volver a alentar desde la tribuna.