En la antigua Grecia comenzó la historia del entrenamiento deportivo. Para ellos esta disciplina se constituyó en una auténtica religión. “Temas como la alimentación, la continuidad de la preparación física y la variación de cargas fueron puestos en práctica”. Así lo relatan los autores Manuel Vinuesa y Jaime Coll en el libro Teoría básica del entrenamiento.
En Colombia muchos atletas, luego del retiro, aprovechan la experiencia acumulada para dar el salto y convertirse en formadores. Otros ingresan a la academia y se capacitan para desempeñar este oficio.
Sergio Roldán, gerente de Indeportes, destaca que “en ambos casos se tienen resultados sobresalientes, ya que estos entrenadores han alcanzado logros importantes, permitiendo que en Antioquia y el país podamos contar con medallistas mundiales y olímpicos”.
El gimnasta Jorge Hugo Giraldo, el clavadista Juan Guillermo Urán, las nadadoras artísticas Shara Múnera y Carolina Acevedo Jiménez, y los futbolistas Giovanny Hernández, Andrés Orozco, Juan Carlos Ramírez y Jairo El Viejo Patiño, entre otros, han aprovechado su experiencia para convertise en formadores.
Ellos hacen parte de esos 100.000 profesores que tiene el país y de los cuales, según datos del Colegio Colombiano del Entrenamiento Deportivo, un 60 % son empíricos.
Actualmente se busca la aprobación y puesta en marcha de la Ley del Entrenador, que pretende lograr que todos los formadores del país sean profesionales (ver paréntesis).
La historia
Desde el 2010 el Comité Olímpico Colombiano y la Asociación Red Colombiana de Facultades del Deporte, Educación Física y Recreación (Arcofader) han trabajado de manera conjunta con el objetivo de crear la Ley, con miras a contribuir al mejoramiento de los procesos de la preparación deportiva en el país.
Néstor Ordóñez Saavedra y Baltazar Medina, presidentes del Colegio Colombiano del Entrenamiento Deportivo y el Comité Olímpico Colombiano, respectivamente, son los gestores de este proyecto, y han estado durante todo el proceso (una década) realizando adecuaciones, correciones y ajustes solicitadas por la Cámara de Representantes, el Senado y la Presidencia de la República para lograr la aprobación de la iniciativa.
En esa ruta han encontrado ayuda en los representantes Carlos Alberto Zuluaga (actualmente concejal de Medellín) y Óscar Sánchez, al igual que de Ernesto Lucena Barrero, ministro del Deporte, quienes se han sumado a la elaboración del proyecto.
Sus impulsores hablan de cuatro pilares fundamentales como ejes esenciales. Veamos:
La protección al practicante o deportista
Según lo expuesto por Néstor Ordóñez, una de las responsabilidades que debe asumir el entrenador en Colombia tiene que ver con la idoneidad y profesionalismo para trabajar, teniendo en cuenta los aspectos científico, pedagógico, metodológico y sistemático, que le permitan ejercer una labor responsable, cuidando la integridad del dirigido. La Ley se busca reducir los casos en los que una mala práctica puede ocasionar daños irreparables.
“Lo que pretendemos es que el formador cuente con los elementos necesarios, con los conocimientos y herramientas para cuidar la salud y la integridad del ser que está realizando el entrenamiento deportivo”, comenta Ordóñez.
dignificar la labor del
entrenador
Según las cifras que maneja el Colegio Colombiano de Entrenamiento Deportivo, en Colombia existe una población de 40.000 entrenadores o formadores, con diferente nivel acádemico, como profesionales y técnólogos en deporte y educación física, pero hay cerca de 60.000 empíricos.
“Queremos lograr que el entrenador sea un profesional, con formación académica acorde a las necesidades de su labor, pues aunque no desconocemos todo lo que le han dado al país formadores que no asistieron a una universidad, ya es el momento de tener una evolución y dar un paso más hacia esa profesionalización, ya que esto también repercute en beneficios y derechos como una remuneración justa y acorde a su nivel”, mencionó Baltazar Medina.
reglamentar el oficio del formador
El proyecto establece que “el entrenador debe contar con la idoneidad de desarrollar las capacidades de los practicantes de un determinado deporte o disciplina de manera individual o colectiva, mediante la orientación de la práctica organizada, planificada y controlada, de los principios de la teoría y metodología del entrenamiento deportivo”.
Con esto, dice el representante Óscar Sánchez, lo que se quiere es establecer los parámetros que debe cumplir el formador, para que la preparación sea la indicada según las exigencias que actualmente tiene la práctica de cualquier actividad deportiva.
favorecer la actualización y capacitación
Además de establecer los requisitos que deben cumplir los profesionales que se dediquen a la formación de deportistas, el documento contiene otro aspecto fundamental para los técnicos y tiene que ver con los procesos académicos básicos y especializados.
“Queremos que se brinden las garantías desde la academia para que los entrenadores, junto con la formación, cuenten con programas de actualización permanente, capacitaciones que les permita seguir mejorando ya que siempre se está en constante evolución”, comentó el ministro Ernesto Lucena Barrero.
En ese aspecto, el licenciado en Educación Física y Especialista en Gerencia Deportiva, Johan Molina, director deportivo de la Liga de Fútbol, comenta en la entidad siempre han pensado en la capacitación de los entrenadores y por eso cuenta con un programa con 14 módulos, talleres y seminarios.
“Es vital que el formador se mantenga actualizado, en los torneos de la entidad tenemos cerca de 800 entrenadores, al igual que los responsables de las selecciones Antioquia, de hombres y mujeres, quienes deben cumplir con el requisito de ser profesionales y tener el respaldo de la experiencia para ocupar ese cargo”.
Añade que la idea es darle un status a esa labor, cumpliendo con lo que busca la Ley que está en curso y que es indispensable para seguir mejorando los precesos formativos en el país.