Cuando Jazmín Álvarez Bedoya llegó a su casa, en el barrio Castilla, con la idea de practicar skateboarding, sus padres pensaron que se trataba de un capricho de adolescente y no le dieron mayor trascendencia al asunto.
Pero cuando vieron que la menor del hogar, integrado por cuatro hermanos, seguía practicando y cada día se enamoraba más de la tabla, se preocuparon, pues no querían que se golpeara o terminara con alguna fractura, ya que este es un deporte extremo de alta exigencia.
Así lo recuerda Jazmín, quien inició la práctica a los 15 años, cuando fue a acompañar a un amigo a un bowl.
“Él tenía una tabla y todo lo que hizo en ella me fascinó. Entonces me atreví, lo intenté y me quedé porque me encanta el riesgo, la adrenalina, desafiar el miedo y aprender, porque sobre la tabla se aprende cada día”, resalta la debutante del torneo Nacional, celebrado en Fusagasugá, que dejó a todos maravillados con su destreza y, de paso, alzó con las dos medallas de oro en disputa.
Sobre la competencia, Jazmín reconoce que, en principio tenía mucho temor, era su debut ante las mejores del país, pero cuando empezó el recorrido todo esa ansiedad le sirvió para superar los obstáculos que la llevaron a sumar los puntos para ganar.
“Tenía rivales muy tesas, de gran nivel, que también dieron lo mejor y por eso me sentí feliz, muy feliz con el resultado. Ahora estoy muy ilusionada con mejorar el nivel para los Panamericanos y, porqué no, clasificar a los Olímpicos”, dice con optimismo la deportista que desde hace dos años es patrocinada por Estadio Skateshop, que le auspició su primera tabla profesional.
Por el momento, esta estudiante de Actividad Física en el Sena, seguirá con su formación y sus entrenamientos en las pistas de La Madre Laura, Envigado y Estadio, pues sabe que el reto de julio en Lima es a otro nivel y debe llegar muy bien preparada pues allá será a otro precio estará ante las mejores de la región