Hace tres años, en el recinto Rod Laver Arena, uno de los templos sagrados del tenis, ubicado en Melbourne y donde pocos tienen el privilegio de jugar, Juan Sebastián Cabal y Robert Farah mostraban con orgullo el trofeo que los reconocía como la segunda mejor dupla del Abierto de Australia.
Esa vez los vallecaucanos, quienes vienen jugando de manera seguida desde hace aproximadamente 13 años, lograron el subtítulo, honor que sintieron como una victoria y el cual les permitió crecer y llenarse de más confianza de cara a lograr el éxito en otros certámenes de prestigio. Sus valiosos e increíbles resultados así lo evidencian.
Un año más tarde se consagraron campeones en Wimbledon y el Abierto de Australia, eventos que, al igual que la cita de Australia y Roland Garros (semifinalistas en 2017, 2019) integran los cuatro Grand Slam del tenis, o sea, los torneos más importantes de este deporte. Hoy en día, son la dupla número uno del tenis mundial, mérito que los hace favoritos en cuanto certamen disputan.
“Si nuestra mentalidad no fuera la de ir a ganar los torneos, ni Robert ni yo estaríamos ahora mismo aquí”, dijo Cabal el pasado sábado después de quedar subcampeones en el Great Ocean Road Open, antesala de una nueva edición del Abierto de Australia, donde tienen previsto debutar ante al neozelandés Marcus Daniell y el austríaco Philipp Oswald.
En la competición de Grand Slam se reúnen tradicionalmente, en la modalidad individual, los 128 mejores del mundo; mientras que en la de dobles actúan las 64 mejores parejas de especialistas.
¿Por qué Cabal y Farah han logrado mantenerse en el top de los más grandes y a otros representantes en sencillos les cuesta tener regularidad en el máximo circuito?
En charla con el entrenador Felipe Berón, quien ha tenido la oportunidad de dirigir a lo más selecto del tenis nacional en los últimos 20 años y quien ahora está a cargo del equipo Colsánitas, conformado por 14 deportistas entre ellos Cabal y Farah, dice que en esta actividad atlética no solo se requiere de talento para salir adelante.
¿Cuáles son los secretos para que dos tenistas de Colombia logren sostener tan buen nivel ante lo más selecto en un deporte tan exigente?
“Son varios aspectos. Lo primero que se requiere es trabajo y disciplina. Por ejemplo lo que han logrado Cabal y Farah no se obtiene de la noche a la mañana sino gracias a los años de entrenamiento, al comienzo como singlistas y luego al meterse de lleno en la modalidad de dobles”.
Exacto, se les ve bastante entendimiento dentro y fuera del campo...
“Así es, ese es otro punto a su favor, la compenetración que tienen como pareja. De hecho es la que más tiempo lleva jugando en el circuito (más de 13 años). Esto les da mucha confianza, seguridad y les permite jugar al más alto nivel”.
Sorprende que a la edad que tienen son pocas las veces que se les ve lesionados...
“Se requiere de mucho profesionalismo en la parte médica, física y nutricional, y ellos lo tienen. A pesar de que ya no son tan jóvenes (34 años), tienen una madurez física y mental para cuidarse demasiado en temas como la recuperación, alimentación, el sueño, en la parte de la fisioterapia... Esto les ha permitido mantenerse arriba. Lo otro es la competencia, pues la continuidad de jugar les hace sostener mucho el ritmo a una exigencia máxima”.
¿Por qué se celebra que un representante nacional esté en un Grand Slam, independiente del resultado?
“Es que cualquiera no tiene el privilegio ni de estar en un cuadro clasificatorio. En realidad este es un deporte bastante exigente, el cual, en el ranquin mundial, hay más de 1.500 personas luchando para escalar en esa tabla y ganar el derecho a estar en una competición de estas. Es más, quien esté entre las mejores 100 raquetas del mundo es ya un mérito”.
De ahí el honor que tuvo el risaraldense Santiago Giraldo de llegar, en 2014, al puesto 28 del ranquin ATP en sencillos, y hoy a sus 33 años ya retirado...
“Es demasiado difícil ocupar el puesto que él consiguió. Quizá muchos, pese a las críticas que le hicieron, no alcanzan a darse cuenta lo que hizo en el tenis este gran representante. En realidad el nivel de exigencia es muy alto”.
¿Qué se requiere entonces para no perderle la huella a los mejores, o estar a la altura de Farah y Cabal?
“Es complejo, en el tenis se compite todas las semanas del año, por lo que se requiere ser muy regular a nivel competitivo en ciudades, climas y superficies diferentes. Se debe ser fuerte mentalmente. El tenis moderno se volvió muy físico, se debe ser antes atleta que tenista, por lo que las lesiones siempre van a estar presente”.
¿Por qué dice que el deporte de alto rendimiento no es sano?
“En este los deportistas aprenden a jugar siempre con dolores, con molestias. Esto se debe saber manejar. Por eso es que muchos, como es el caso de Farah y Cabal, viajan a sus torneos con un fisioterapeuta permanentemente para que les ayude en su recuperación”.
O sea que no solo se requiere de talento para sostenerse en la élite...
“Exacto, con solo ello no llegan. Este es un deporte demasiado costoso, pues como hay que viajar todo el año, pues se debe invertir todo el año. Entonces los jugadores jóvenes y quienes no están dentro de los 300 primeros del mundo están perdiendo plata. Si no tienen un buen patrocinio se ven perjudicados, ya que lo que se ganan en los diferentes torneos, no les alcanza para cubrir los gastos de toda una temporada. Esto es de constancia, paciencia, suerte”.
¿Cree que los logros de Cabal, Farah, Daniel Galán o hasta lo que lograron otros recientemente como Alejandro Falla y Giraldo motivan a quienes vienen detrás para soñar en grande?
“Totalmente, porque es vital tener modelos a seguir. Al darse cuenta que hay jugadores de nuestro medio que han conseguido resultados importantes, otros también los pueden igualar o superar. Simplemente se requiere, apoyo, e insisto, disciplina y trabajo. No es fácil pero sí se puede lograr porque en Colombia ya se ha visto que hay potencial para el tenis”.
Usted que los conoce, ¿qué pueden sentir Cabal y Farah al estar arriba del ranquin mundial: presión, responsabilidad, motivación o seguridad?
“Esto depende de cada persona, pero a ellos les genera motivación, mayor ambición. Están en una etapa en sus carreras de mucha madurez y mantenerse arriba y seguir ganando y luchar por romper récords hace que ellos se entreguen más por lo que hacen. Sin duda son ejemplo a seguir. De hecho dicen que van a un torneo no a participar sino a competir, tienen objetivos claros, un pensamiento triunfal. Además poseen la capacidad de reponerse rápido ante la derrota. Están a otro nivel, cada partido para ellos es una final y por eso se les ve rendir al 100 %”