Una lesión de rodilla la dejó, el año pasado, cinco meses fuera de los campos de juego. Y para ajustar, en este, la pandemia del Covid-19 ya le sumó otros dos. Sin embargo, ese tiempo le ha permitido a María José Uribe, la golfista número uno del país, disfrutar de un gran tesoro: su familia.
Cuando más agitada estaba su carrera, una luxación de la rodilla derecha con ruptura parcial del ligamento que une el fémur con la tibia, frenó abruptamente su carrera, y la puso en “modo avión”, pues tuvo que parar de entrenar y hasta de caminar. Le tocó aprender a apoyar el pie, lo hizo con la ayuda de su gente, superó una a una las semanas de inactividad, tomó fuerza y regresó a las competencias en febrero pasado.
Alcanzó a jugar tres torneos y de nuevo la vida la regresó a casa, esta vez, a vivir la cuarentena con los suyos para aprender que no tiene el control de todo como trata de hacerlo generalmente, y disfrutar de cumpleaños y días especiales que siempre se pierde por estar lejos del país.
EL COLOMBIANO habló con la golfista, quien no tiene claro cuándo será el retorno a la competencia.
¿Qué ha sido lo más difícil y lo mejor en la cuarentena?
“Lo primero, tener que quedarse en casa porque estoy acostumbrada a viajar y competir. Lo segundo, sin duda, poder compartir con la familia y estar en Colombia tanto tiempo”.
¿Cómo va la recuperación de la lesión, está lista para competir?
“Fue un poco raro porque estaba llegando al 100%, jugué tres torneos y apareció la pandemia, entonces tocó parar de nuevo. Ahora es difícil saber en qué porcentaje de rendimiento estoy. Me siento bien, con pocos dolores, y eso es positivo”.
¿Cuál fue el trabajo que hizo para estar mejor físicamente?
“No me operaron, por eso la recuperación fue un poco lenta. Al principio me tocó aprender a andar nuevamente. Hice ejercicios para recobrar los rangos de movimiento, como flexión y extensión. Y como mi deporte no es de alto impacto, fuimos poco a poco, fortaleciendo el glúteo y los músculos de la pierna porque perdí bastante tono muscular. En el golf lo más importante es el equilibrio y la estabilidad de la rodilla, por eso tuve que trabajar fuerte. Fue un proceso largo”.
¿Qué hizo para mantenerse en forma y cómo ha entrenado?
“Desde antes de que empezara la cuarentena estaba en auto aislamiento, ya que permanecí unos días en un aeropuerto tratando de viajar a Estados Unidos. Desde entonces arranqué con mis clases online, aprovechando el tiempo para fortalecer el cuerpo y lograr que la rodilla estuviera a tope. El primer mes lo hice todos los días, hasta los domingos, y en el segundo he descansado los fines de semana, pero subí la intensidad de lunes y viernes”.
¿Qué le enseña el aislamiento?
“La paciencia, el golf es un deporte que te exige mucho, y soy muy dada a planificar y tener el control de todo. Entonces creo que esta pandemia me hizo reflexionar sobre eso, aprendí a aceptar que hay situaciones que se salen de mis manos”.
El aplazamiento de los Olímpicos, ¿la beneficia o la perjudica?
“No sé, ya tenía el cupo asegurado, solo era esperar que pasara el tiempo y estaba preparada mentalmente para afrontarlos este año. Ahora tenemos más tiempo para prepararnos y tratar de llegar en el mejor nivel”.
¿Qué planes deberá aplazar?
“Es temprano para saberlo. Vivo el día a día. No sé si este año vuelva a jugar en el Tour. No es el momento de tomar decisiones en mi vida personal ni deportiva. Todo está en veremos, el LPGA dice que regresa en julio. Colombia tiene las fronteras cerradas y no he tomado la decisión si voy a viajar a Estados Unidos, porque allí están viviendo el proceso de una manera diferente. No hay casi prevención, entonces estoy tomando precauciones”