viernes
7 y 9
7 y 9
Por AFP y redacción
Como hace un año, Rafael Nadal y Dominic Thiem serán los contendientes de la final masculina de Roland Garros, este domingoo, en el escenario de polvo de ladrillo que ha visto coronar al español once veces.
La historia contará, después del juego, si el rey de París pudo agrandar su leyenda con un duodécimo título.
El año pasado, Nadal sobrevoló la pista Central Philippe Chatrier con una victoria fácil en tres mangas (6-4, 6-3, 6-2) sobre Thiem, que no pudo encontrar la fórmula para derrocar al rey del torneo.
“El año pasado tuve una gran experiencia jugando la final aquí. Espero poder hacerlo mejor este año”, afirmó Thiem este sábado tras doblegar, en un largo juego añ número uno del mundo, Novak Djokovic.
Ambos llegarán a esta final de manera muy diferente.
El desgaste físico es de entrada mayor para Thiem, que no pudo sellar su billete a la final hasta ayer, cuando terminó una victoria en cinco sets ante Djokovic, con el que había empezado a jugar el viernes, hasta que la lluvia impidió acabar ese día y obligó a reprogramar la reanudación un día más tarde.
Volvió a llover durante la continuación de este sábado y Thiem tampoco pudo acabar su semifinal menos de 24 horas antes de la final, prevista para las 8:00 a.m. de hoy (hora colombiana).
Con tranquilidad
Nadal, por contra, tuvo un sábado tranquilo, con un entrenamiento relajado, después de una victoria rápida y sin complicaciones el viernes en semifinales, superando 6-3, 6-4 y 6-2 al suizo Roger Federer, sobre quien inclina la balanza de forma singular (24-15).
En caso de levantar de nuevo la Copa de los Mosqueteros, Nadal seguirá haciendo historia en París. Doblará ya en número de títulos al segundo jugador en el palmarés de Garros en la ‘era Open’, el sueco Bjorn Borg, que fue campeón allí en seis ocasiones. En el tenis nadie ha conseguido ganar el mismo torneo del Grand Slam en doce ocasiones, con lo que dejaría atrás la igualdad a once que tiene ahora con la legendaria Margaret Court, que logró ese número de cetros en el Abierto de su país, Australia.
Enfrente tendrá a un Thiem que se confirma como el sucesor natural de Nadal en la tierra batida y que sigue en busca de su primer título del Grand Slam.
Roland Garros es el único grande en el que el austríaco ha conseguido superar los cuartos de final y con su segunda final consecutiva confirma su enorme potencial sobre esta superficie.
Historial entre ellos
En sus confrontaciones anteriores, Nadal domina por 8 victorias a 4 a Thiem. Once de esos doce enfrentamientos fueron en polvo de ladrillo, todos, salvo la victoria del año pasado de Nadal en su duelo de cuartos del Abierto de Estados Unidos, en pista rápida.
Thiem puede presumir por lo tanto de haber ganado en cuatro ocasiones a Nadal sobre arcilla, la última incluso este año en su último enfrentamiento, en semifinales del torneo de Barcelona, donde fue luego campeón.
Pero en el abierto francés, Nadal ha sido hasta ahora insuperable para Thiem. Se han visto las caras en la tierra de París en tres ocasiones y en todas ellas ganó el español: en la segunda ronda de 2014, las semifinales de 2017 y la final de 2018. “Sería un gran sueño ganar el título. Pero tengo que tener en la cabeza que puede que no se cumpla porque al otro lado de la red está un adversario que no es fácil, así que no tengo que ponerme en demasiada presión”, señaló Thiem a la prensa.
“Nunca antes le he derrotado en esta pista, pero en el pasado sí que hice varios partidos buenos contra él en tierra batida. Ya le he vencido en esta superficie”, apuntó en alusión a sus cuatro triunfos anteriores sobre Nadal en tierra batida.
Nadal aseguró que su rival es “lo más difícil que te puedes encontrar en una final. Thiem es un ‘top’, el número 4, será su segunda final en Roland Garros y antes ya había jugado semifinales. Es lo más difícil que te puedes encontrar. Para ganar tengo que jugar a mi mejor nivel”, dijo en una entrevista concedida a la televisión pública francesa.
“Hay que estar lo mejor preparado, sabiendo que enfrente hay un rival que también quiere ganar. Yo trato de hacerlo lo mejor posible, preparar el partido para tener la mejor claridad y visión del mismo”, señaló.
Pese a su fama de maniático, Nadal destacó que no tiene supersticiones, salvo ducharse siempre en la misma ducha de Roland Garros. Además, manifestó que no recuerda lo que hizo la víspera de la final del año pasado, en la que derrotó a Thiem.
El trofeo será entregado por un mito del tenis, el australiano Rod Laver, campeón de once torneos del Grand Slam en los años 1960, dos de ellos en Roland Garros n