Rafael Nadal, número 1 del mundo, ganó por undécima ocasión el Torneo de Barcelona al batir, a la gran sorpresa de la competencia, el griego Stefanos Tsitsipas, de 19 años de edad, número 63 del mundo con parciales de 6-2 y 6-1.
El español logró su torneo 55 en tierra batida de su carrera -el 77 contando todas las superficies-, extendiendo a 46 su actual récord de sets ganados de forma consecutiva.
Por 401 partidos que ha ganado Nadal en su superficie favorita solo acumula 35 derrotas.
“Gracias a todos por hacer que el torneo sea tan especial y especialmente a mi familia, que ha estado conmigo incluso cuando las cosas no han sido tan fáciles”, señaló el español en su discurso. Antes la organización le dedicó un vídeo de sus 11 trofeos.
“Es muy emocionante ver este vídeo. Nunca soñé hacer una carrera como la que tengo”, dijo el campeón de 16 torneos del Grand Slam en el centro de la pista que lleva su nombre.
“El año pasado hicieron un vídeo por mis 10 títulos aquí, ahora otro por los 11, me hace sentir que estoy envejeciendo”, añadió el jugador de 31 años.
Nadal, que ganó hace una semana en Montecarlo, es el gran favorito para lograr por undécima vez el Roland Garros en un mes (27 mayo-10 junio).
Antes intentará mantener su reinado en el polvo de ladrillo en los torneos Masters 1000 de Madrid y Roma.
Tsitsipas, en la primera final de su carrera, no encontró la manera de hacer daño a Nadal. Su excelente recorrido en la ciudad española le servirá para entrar en el Top-50, una posición inédita para un jugador griego.
Un gran futuro
Otro dato habla de la gran explosión de Tsitsipas, que en el camino hacia la final batió al austriaco Dominic Thiem (7º mundial) y al español Pablo Carreño (11º): es el finalista más joven en Barcelona desde Nadal en 2005.
El joven tenista ateniense, es el primer griego en una final de la ATP desde Nicholas Kalogeropoulos en 1973 en el Torneo de Des Moines, aguantó en pista 77 minutos.
“Stefanos, has tenido una semana increíble, tienes un gran futuro y te deseo mucho éxito”, le manifestó Nadal a un tenista que en la víspera se mostró feliz por tener “una clase gratuita” con el rey de la tierra batida.