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La pasión de la antioqueña Verónica Zuluaga siempre ha sido las artes marciales mixtas. Su debut fue en junio de 2017, en el que protagonizó la mejor pelea del año al doblegar a Lili González.
Esa actuación, en la compañía UGP (Último Guerrero en Pie), le valió para que ese mismo año la llamaran, en noviembre, para participar en el evento de la marca CRF (Center Real Fights), la principal compañía latinoamericana de artes marciales mixtas. En esa jaula volvió a dar una demostración de poder ante la bogotana Karol Ximena Naranjo.
El año pasado hizo un alto en su carrera deportiva porque se le presentó la oportunidad de participar en el realiti Desafío del canal Caracol, en el que tuvo una destacada actuación. Esta noche retoma lo que más le gusta: pelear. Lo hará en el primer evento de Crixus, una de las mayores empresas del continente de esta disciplina que abre campo en Colombia.
La joven, de 23 años, que también pasó por el fútbol y la natación y próxima a graduarse en la UPB como diseñadora gráfica, está feliz por volver a combatir. “La preparación ha sido muy diferente. Después de llegar del ‘Desafío’ perdí peso y músculo, me tocó hacer mucho fortalecimiento porque allá me debilité. He entrenado bien y solo espero la hora de la pelea”.
Afirma que ha cambiado, pues considera que ya no se siente como la misma que debutó dos años atrás. “Soy distinta. Tengo la experiencia de haber peleado y estos últimos años aumenté mi capacidad técnica, fuerza y potencia con la exigencia de los entrenamientos. Además, estar en el Desafío me volvió una persona más fuerte”.
Respecto a si ahora se dedicará de lleno a las artes marciales mixtas para seguir los pasos de otras colombianas como Sabina Mazo y Alejandra Lara, indica que primero quiere ver lo que pasa en el combate de hoy.
“Primero espero graduarme, aún no he decidido si me voy a meter del todo en este cuento, pero por el momento lo hago porque me apasiona. Más adelante definiré el rumbo de mi carrera”, cuenta.
Su rival será la venezolana Hendrymar Rodríguez, tres veces campeona panamericana de sambo e igual número de títulos como campeona nacional de judo, pero debutante en artes marciales mixtas. Una oportunidad para que la antioqueña, con pinta de modelo, medidas de reina y rostro angelical, demuestre nuevamente su poder en el octágono.