Luciana Monsalve, Thomas Zuluaga, Samantha Mosquera, Josué Chica, Alejandro Arcila, Salomé Rengifo, Thaily Ballesteros, Daniel García, Martín Calvo e Isabella González sueñan, como alguna vez lo hicieron Mariana Pajón, James Rodríguez, Jossimar Calvo y Rigoberto Urán, en convertirse en deportistas profesionales y darles triunfos a su departamento y país.
Desde pequeños se proyectan como ellos en alcanzar podios, a los que aspiran llegar con dedicación y disciplina. Eso sí, sin dejar los estudios ni esa esencia natural de ser niños, de disfrutar de lo que hacen y que es, en definitiva, la base del éxito.
Estos niños, futuros campeones en disciplinas como BMX, tenis, patinaje, clavados, gimnasia, esgrima y judo, entre otras, tienen en sus padres el apoyo para avanzar, pues estos los motivan a ser mejores cada día pese a las dificultades que se presentan.
Como es el caso de Jazmín Giraldo, mamá de Josué, quien practica clavados y que lo impulsa, a pesar del riesgo, a seguir avanzando.
“Si un niño va a practicar un deporte, uno como padre no puede cohibirlo porque eso le transmite inseguridad. Al contrario, lo apoyamos, le damos confianza para que no tenga miedo”, señala la madre de este clavadista que ya completa tres títulos nacionales.
Otra mamá que está detrás del talento de su hijo es María Paulina Zapata, quien opina que, aunque a veces piensen que Alejandro, o cualquier otro niño deja de tener una niñez “normal” por practicar un deporte, la alegría y la satisfacción que ven en sus hijos supera cualquier sacrificio. “Yo a veces me pregunto si sí estamos haciendo lo correcto. Pero cuando veo a Alejo contento y creciendo en su deporte nos afirmamos en nuestra decisión de apoyarlo”, asegura.