La cifra de 22 corredores colombianos en la máxima categoría del ciclismo mundial -ver gráfico- para la presente temporada genera orgullo, pues en anteriores años no se había llegado a ese número.
Y sorprende más que corredores como Fernando Gaviria, quien hasta el momento tiene el mayor número de victorias profesionales en la historia del país -40-, exprese que en un futuro Colombia será una las potencias que domine la escena mundial.
“Creo que dentro de poco seremos uno de los países con mayores representantes porque tenemos calidad. Cada vez más los grandes elencos se fijan en nuestros corredores y no dudan en ficharlos, pues ven que no solo hay grandes escaladores sino también buenos velocistas”.
Por el momento, desde hace ya casi una década, el protagonismo nacional en las grandes pruebas del calendario de la Unión Ciclista Internacional es latente.
En el Giro de Italia se suma un título (Nairo Quintana, 2014), cuatro subtítulos (Rigoberto Urán, 2013 y 2014, Esteban Chaves, 2016 y Nairo, 2017) y un tercer lugar (Miguel López, 2018).
En la Vuelta a España, después del título de Lucho Herrera en 1987, Quintana lo alzó en 2016 y Chaves fue tercero ese mismo año, lo mismo que López en 2018.
Mientras que en el Tour de Francia Nairo fue segundo en 2013, 2015 y tercero en 2016, Urán subcampeón en 2017 y Egan Bernal campeón en 2019.
“Al ver todos esos resultados, las escuadras de prestigio confían más en los corredores de esta parte del mundo y eso abre puertas para que otros puedan dar el salto a Europa”, comenta Rigoberto Urán.
En ese mismo sentido el exciclista y ahora asistente técnico del UAE Team Colombia, Hernán Darío Muñoz, agrega: “Sin duda estos logros impulsan nuestro deporte, lo pone en un sitial muy alto, pero lo mejor, se logra la masificación, confianza y motivación en otros jóvenes que quieren también lograr cosas importantes”.
Luis Fernando Saldarriaga, formador de pedalistas como Nairo, Chaves, Sergio Luis Henao y Sergio Higuita, señala que a nivel estructural todavía no podemos ser potencia. “Es decir, con un equipo directamente, por el tema económico o político porque para que este se sostenga en el World Tour son mínimo cuatro años y los costos son muy altos”.
El entrenador añade que en el tema individual el progreso es notable.
“Lo único que le falta a Colombia es tener un clasicómano, un especialista que vaya fuerte en el pavé -terreno adoquinado- y en carreras de un día. Pero contamos con gente que puede resolver una etapa, que va bien al sprint, en subida y se está mejorando en contrarreloj. Lo importante es que nuestros representantes están madurando, de manera temprana, a la par de los europeos, esto nos puede beneficiar para hacer la diferencia”.