El próximo 27 de octubre Ituango vivirá unas elecciones únicas. El tercer municipio más grande de Antioquia y uno de los más importantes de la región, tiene el mayor número de candidatos de su historia política reciente.
Aunque nueve caras se pelean el poder, a dos de ellas, lideradas por los partidos Conservador y Liberal, las respalda la tradición. Estos movimientos han dominado la discusión pública durante las últimas tres alcaldías.
Elección tras elección, el poder se ha decidido entre representantes azules y rojos. La actual administración, de corte liberal, llegó en 2015 a quebrar una tendencia de dos alcaldías de conservadores. En esa ocasión, el candidato rojo, Hernán Darío Álvarez, ganó con un resultado de 4.277 votos, sobre 1,999 del azul, Javier Parias Posso. Aunque en Ituango hay habilitadas para votar más de 17 mil personas, la participación pocas veces ha subido del 40% y las alcaldías se han decidido con alrededor de 4 mil votos.
El pulso, en esta ocasión, se reedita. Los azules quieren retomar el control y apuestan, de nuevo, por Parias Posso. Lo respalda Olga Suárez, la tercera senadora del conservatismo más votada en Antioquia en las pasadas elecciones, con poco más de 40 mil votos, hermana del excongresista prófugo de la justicia Óscar Suárez. Al inicio del proceso, Suárez llamó a los 13 candidatos al Concejo de ese partido en Ituango, y pidió apoyo para Posso y para Camilo Callejas, candidato azul para la Asamblea.
Además, se concretó una alianza con la lista al Concejo del Partido de Reivindicación Étnica “Pre”, que va con cinco nombres. “Es el único candidato que tiene dos listas”, dicen desde su campaña. Todos están caminando Ituango con la intención de que en esta ocasión Posso pueda llegar al máximo cargo público de ese municipio. Al frente, la maquinaria liberal se mueve para evitarlo.
La apuesta liberal
En las elecciones locales de 2015, el liberalismo logró arrebatar la Alcaldía de Ituango a su eterno rival, el Partido Conservador. La cosecha de triunfos en ese municipio no terminó allí. Tres años después el territorio, antes de azul en las elecciones a Senado, se pintó de rojo gracias, en parte, a los 53.597 votos que el senador Iván Darío Agudelo sacó en Antioquia.
La carta de Agudelo para el próximo 27 de octubre en Ituango, es Iván Graciano. El candidato lleva haciendo campaña junto a su lista al Concejo, conformada por 12 nombres. “Estamos trabajando para tener el resultado”, señala Graciano, antes de añadir que está seguro de que su candidatura es de las más opcionadas.
El liberalismo hace cuentas basado en el equipo de personas que tiene recorriendo las veredas de Ituango. El partido resultó ganador en las anteriores legislativas y con 1.872 votos conformó una bancada de 5 concejales, todos apoyando al candidato rojo.
Graciano es consciente de que está “jugando” en un municipio que ha sido históricamente conservador. Y aunque esto podría parecer una dificultad, confía en que la cantidad inusual de candidatos en estas elecciones, con representación de partidos como Cambio Radical, Centro Democrático y Partido de la U, pueda dispersar los votos y beneficiarlo.
Mientras las cábalas y cuentas se cumplen, ambas campañas continúan recorriendo el municipio, a pesar de que en el territorio tienen presencia de disidencias del Frente 18 de las Farc.
Al comienzo de la campaña, varios de los candidatos denunciaron llamadas intimidatorias, que afortunadamente no volvieron a perturbar el proceso. El debate político no gira solo alrededor de grupos criminales, como hasta hace unos años, y aunque Hidroituango cubre con su sombra toda la región, tampoco define la política.
La economía, en el centro
Anclada durante muchos años en la economía de la coca, Ituango vio en Hidroituango la oportunidad de desarrollo legal que durante años le fue negada. La promesa, en los primeros años de construcción, se cumplió.
Entre 2011 y el 28 de mayo de 2018, día de la contingencia del proyecto, EPM ejecutó cerca de 1,9 billones de pesos en inversión social, ambiental y conectividad en los 12 municipios de influencia del proyecto. Las obras no tardaron en cambiar el paisaje de municipios como Ituango.
En conectividad el municipio logró reducir el tiempo de conexión entre su cabecera urbana y Medellín en cuatro horas, lo que representó una ventana de oportunidad para los cultivos de café, maíz, caña de azúcar y frijol que allí se producen.
Además de las inversiones en territorio, recibió durante los años de construcción un dinero por concepto de transferencias que la empresa les giró. Aunque este varía entre cada uno de ellos, la cifra se ubicó entre los 3 mil y 5 mil millones de pesos.
Estos recursos, si bien solo pueden ser usados para inversión en temas de saneamiento, acueducto y proyectos ambientales, representó importantes ingresos.
Desde la contingencia del proyecto la fiesta se fue apagando. El secretario de gobierno de Ituango, Esteban Espinal, señala que las transferencias que recibía el municipio se fueron reduciendo, debido a que las obras de emergencia se trasladaron a otros territorios.
Si todo sale bien, Hidroituango comenzará a operar con sus ocho unidades de generación en 2024. A partir de ese año transferirá 92 mil millones a todos los municipios de influencia. Desde antes, 2021, esta zona del Norte podrá comenzar a sentir los primeros dineros por el inicio de operación de las unidades.
A pesar de esta promesa, los candidatos no están centrando sus programas de gobierno en dichos recursos. En Ituango, de los nueve candidatos en contienda, solo uno menciona las transferencias en su plan de gobierno. Los demás centran su estrategia en utilizar el proyecto para fines turísticos, en un modelo similar al que se vive en Guatapé, al oriente de Antioquia.
El sueño de que una presa solucionaría los problemas económicos de poco más de 50 mil personas en el Norte, ha ido perdiendo lustro, no se ha vuelto argumento de campaña, pues los candidatos han preferido no comprometerse con lo que aún no es un hecho cierto.