La barba es quizá uno de los pocos vestigios que sobrevivió a la moda hipster, reconocida, entre otras cosas, por su vello frondoso al estilo “talibán”. Sin embargo, no fueron ellos quienes las impusieron. Su historia va ligada desde el inicio de la pubertad del primer hombre, justo cuando el vello en la barbilla, el cuello y los pómulos vio la luz.
Tanto se ha hablado del tema, que históricamente se han creado dos bandos: uno que habla de poder, sabiduría y virilidad, y el opuesto que relaciona la barba con mala presentación personal y problemas de higiene.
EL COLOMBIANO realizó la semana pasada un sondeo en su cuenta de Twitter preguntando a las mujeres sobre sus preferencias con respecto al vello. Los resultados no dieron muchas luces. De 945 votos el 50 % prefiere los hombres con barba y la otra mitad los prefiere bien afeitados.
Según Ana María Ángel, más conocida como Barber woman, barbera en varios lugares reconocidos de la ciudad, los hombres no quieren hacer caso omiso a ese 50 % de la población femenina y la barba es una de sus grandes preocupaciones.
“El 90 % de mis clientes llegan para que les arregle la barba, el otro 10 % para que les aconseje tónicos y tratamientos para que le crezca”, afirma la barbera. Ella se inclinó desde los ocho años por conocer un oficio donde reinan los hombres. Al ser criada por su abuelo materno, un barbero, y su madre, estilista, Ángel desarrolló habilidades con sus manos y perfeccionó la técnica en honor a su abuelo.
Al preguntarle sobre su gusto por la barba en los hombres, responde que ella los prefiere con barba. “A las mujeres sí les gustan los hombres barbados. Las que dicen que no les gustan es porque sus novios no se las cuidan o están llenos de huecos, entonces no se ven bien”, cuenta entre risas.
Barber woman se ha vuelto famosa en su medio por ser buscada por clientes como Juan Pablo Llano, con quien se le puede ver en su cuenta de Instagram. Para ella, la barba perfecta no es la más poblada, sino una bien cuidada. Ella lo define como “un corte que refleje una buena imagen”.
Además, asegura que la barba puede darle atributos a quien no los tiene, “porque si los hombres tienen principios de calvicie, por ejemplo, pueden aprovechar para cortarse todo el pelo y explotar diferentes estilos con su barba”.
