Toyota y la Universidad de Michigan (EE. UU.) anunciaron la puesta en marcha de un programa a gran escala para probar en condiciones reales tecnologías de conexión entre vehículos de cara a su implementación en todo Estados Unidos.
El programa se llevará a cabo en la localidad estadounidense de Ann Arbor e incluirá equipar 5.000 vehículos de voluntarios de la zona con dispositivos avanzados de comunicación vehículo a vehículo (V2V) y vehículo a infraestructura (V2I).
Toyota y el Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan dijeron en un comunicado que el programa “es un paso para lograr la visión del Departamento de Transporte de Estados Unidos de la puesta en marcha a nivel nacional del vehículo V2V/V2I”.
El dispositivo es una pequeña caja que será instalada en el maletero del vehículo o su parte trasera con dos pequeñas antenas, una instalada cerca del cristal trasero y la otra en la puerta del maletero o el techo del automóvil.
El dispositivo transmite constantemente la velocidad y posición del vehículo al resto de automotores que participan en el programa, así como a otros equipos e infraestructura vial, como semáforos, instalados a lo largo de la carretera y las intersecciones.
Los resultados del estudio proporcionarán al Instituto de Investigación del Transporte y el Departamento de Transporte información para el desarrollo futuro de comunicaciones V2V /V2I que facilitarán la conducción y los sistemas de seguridad.
Por su parte, la automotriz Volvo anunció también esta semana que iniciará un plan masivo de pruebas de vehículos autónomos en China.
Hakan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo, explicó que en los próximos meses cerca de 100 modelos rodarán por diferentes ciudades de ese país, con las que se llegará a acuerdos para proporcionar los permisos, las regulaciones y la infraestructura necesaria para que rueden en condiciones normales del tráfico de cada región en la que se prueben.
“Hay múltiples beneficios en estos coches. Es por eso que los gobiernos necesitan poner en marcha la legislación que permitan que estén en la calle tan pronto sea posible. La industria del automóvil no puede hacerlo todo por sí misma. Necesitamos la ayuda gubernamental “, expresó el ejecutivo.
Agregó el presidente de Volvo que investigaciones independientes han revelado que la conducción autónoma tiene el potencial de reducir el número de accidentes de tráfico de forma muy significativa. Hasta el 90 por ciento de todos los accidentes también son causados por error humano, algo que se espera desaparecer con estos vehículos.
Estos vehículos permitirían que el tráfico se mueva con más facilidad, para reducir los atascos y, por extensión, la reducción de emisiones peligrosas y la contaminación.