Un beetle decorado por artesanos mexicanos con 19.800 piedras semipreciosas que representan símbolos de la civilización prehispánica puede verse ya por primera vez en Alemania en la Autostadt, el parque temático del consorcio alemán Volkswagen en Wolfsburgo.
El Vocho Teotihuacano (en México el famoso automóvil se conoce como vocho) fue decorado en el municipio mexicano de San Martín de las Pirámides, donde un equipo de cinco artesanos y el director artístico de la obra, Héctor Garnelo Navarro, invirtieron dos años y nueve meses en acabar el proyecto.
La superficie del coche, un modelo de 1994, lleva incrustados ocho diferentes tipos de piedras semipreciosas, entre las que figuran obsidiana, jade y cuarzo de aventurina, y que pesan en conjunto unos 210 kilogramos.
Los llamativos símbolos representan figuras míticas de la civilización prehispánica de Teotihuacán, uno de los principales lugares de culto en México y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
En su superficie se puede reconocer a la deidad Quetzalcóatl –Serpiente Emplumada o Dios Creador– y a Mictlantecuhtli –Dios del Inframundo–, además de una máscara de Teotihuacán, las pirámides del sol y de la luna, un jaguar, un erizo, higos de cactus y cactus de nopal.
“Como plataforma de comunicación del grupo Volkswagen, la Autostadt es un lugar ideal para abrir la gira del Vocho Teotihuacano en Alemania. El vocho decorado de forma elaborada une la historia de Wolfsburgo con la tradición mexicana”, señaló Otto F. Wachs, director general del parque temático Ciudad del Automóvil.
Para Alejandro Rivera, encargado de negocios en funciones de la embajada de México en Alemania, “el vocho desempeñó de manera eficiente su función como medio de transporte y se ha convertido en un símbolo de las relaciones germano-mexicanas”.
“Me siento contento de ver exhibida esta obra de arte decorada con diseños prehispánicos en la Autostadt de Wolfsburgo durante el Año dual México-Alemania. Eso nos permite reafirmar nuestra cooperación de ‘alianza para el futuro’”, agregó.
El vocho podrá verse en Wolfsburgo hasta el próximo 20 de noviembre, luego se exhibirá en Fráncfort.
Una vez finalizada la gira, la obra de arte será subastada y el dinero recaudado, donado en apoyo de los niños enfermos de cáncer.